Lunes, 20 de Mayo del 2024 
Cuesta pensar que alguna vez las riberas del Río Rímac fueron verdes, que hasta los años 50 uno podía pescar y bañarse en sus aguas. Hoy, sus alrededores están plagados de desperdicios y viviendas precarias.
Recuperar el Rímac de antaño era lo que buscaba el proyecto Río Verde, presentado en el 2011 por la entonces alcaldesa Susana Villarán e incluido mediante una adenda en el megaproyecto Vía Parque Rímac.
Río Verde incluía la construcción de un parque en Cantagallo, con 25 hectáreas de áreas verdes y circuitos recreacionales y culturales. Para concretar ese plan, se iba a canalizar el caudal del río por 4,5 kilómetros, angostar el cauce y ganar espacio a los lados para la obra.
Asimismo, se contemplaban la implementación de cuatro puentes peatonales que unirían el Centro de Lima con San Juan de Lurigancho y San Martín de Porres; la construcción de un malecón al costado del río desde Puente Piedra hasta Martinete, en Barrios Altos; y la reubicación de la comunidad shipiba, asentada en Cantagallo, en un complejo multifamiliar también en Barrios Altos.
Pero la obra no se ejecutó durante la gestión municipal anterior. Según el actual regidor Augusto Rey, quien fue asesor de la comuna de Lima en la gestión de Villarán, a pesar de tener el contrato firmado con la concesionaria Línea Amarilla, los planos listos y el dinero asignado, varios imprevistos retrasaron el proyecto.
