Domingo, 28 de Abril del 2024 
Jennifer Lawrence es el alma, el corazón, las curvas y el fuego de Los Juegos del Hambre: En llamas, secuela de la adaptación de la saga literaria de Suzanne Collins.
Su papel de Katniss Everdeen le ha reportado fama y millones de dólares, aparte de un lugar privilegiado en el corazoncito de miles de fans. Pero no conviene olvidar que Jenny, antes que ídolo de masas, es una actriz como la copa de un pino que alterna taquillazos con obras más personales.
A sus 23 añitos, la señorita Lawrence ya tiene un Oscar en su estantería -por su papel en la normalita El lado bueno de las cosas- y está en la agenda de los directores más prestigiosos. La vimos con buenos ojos por primera vez en Lejos de la tierra quemada (2008), el debut de Guillermo Arriaga, y solo un par de años más tarde ya se coló en las apuestas por el Oscar gracias a su inolvidable composición en Winter’s Bone. Como locos, El castor y y X-Men: Primera generación -las tres de 2011- terminaron de situarla en el mapa estelar de la Meca del cine.
Coqueteó con el terror en La casa al final de la calle (2012) y dio el pelotazo subiéndose al carro de Los Juegos del Hambre, saga que ha venido a sustituir a Crepúsculo y Harry Potter como fenómeno social y de culto entre los adolescentes de medio mundo. El lado bueno de las cosas fue su puerta hacia la inmortalidad y, a día hoy, tiene ocho proyectos en cartera. La esperamos como agua de mayo en X-Men: Días del futuro pasado, American Hustle y el doble capítulo final de Los Juegos del Hambre. Hay Jenny para rato.
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