Lunes, 29 de Abril del 2024 
El presidente del Perú, Alan García, anunció hoy que devolverá los 5.000 dólares que le donó hace cinco años para su campaña un empresario que tiene varios familiares investigados por presunto narcotráfico.
“Con los lavadores de activos del narcotráfico ni a misa”, dijo García, quien reaccionó así después de que el empresario Alfredo Sánchez Miranda, miembro de la controvertida familia Sánchez Paredes, revelara tal donación en una entrevista publicada hoy.
El mandatario reconoció que el dinero efectivamente fue aportado durante la campaña de 2006, pero aseguró que se desconocía que el donante estaba vinculado a los Sánchez Paredes. De todas maneras, afirmó que 5.000 dólares son una cifra “de pacotilla”.
Las denuncias sobre la presunta filtración de dinero sucio en la política peruana alcanzaron a García después de que medios locales publicaran el viernes imágenes de una reunión de Sánchez Miranda con José Antonio Nava, hijo de Luis Nava, secretario general de la Presidencia y personaje muy próximo al jefe de Estado.
Sánchez Miranda concedió al diario “La República” la entrevista en que niega cualquier vínculo con el narcotráfico, asegura que su dinero es limpio y dice que varios políticos le han pedido aportes.
En ese marco, reveló la donación hecha a García cuando era candidato.
Las denuncias, que también han buscado involucrar al ex presidente y hoy candidato opositor Alejandro Toledo, tienen como eje a los Sánchez Paredes, acaudalada familia de mineros a la que investigaciones de prensa acusan de haber originado su fortuna con las drogas, algo actualmente investigado por el Poder Judicial.
Toledo ha acusado al gobierno de estar detrás de afirmaciones de medios sobre presunta cercanía suya con esa familia, mientras que desde el oficialismo se acusa a su acérrimo rival de digitar las insinuaciones de nexos entre esos empresarios y el Ejecutivo.
Sánchez Miranda afirmó que en su caso personal no hay ni siquiera investigación judicial y por tanto es injusto que se le estigmatice.
Además, consideró que eso es hipócrita, porque los políticos siempre le han pedido aportes.
“Lamentablemente nuestros políticos lo único que saben hacer es pedir plata. La mayoría de ellos no tienen un trabajo conocido y entonces de alguna manera hay que apoyarlos. Pero mucho cuidado con que ahora quieran decir que es plata mal habida. Mi plata no es del narcotráfico, soy un profesional y tengo empresas”, dijo.
“Ni yo ni mis hermanos somos procesados ni investigados. Mi padre está siendo investigado por lavado de activos, pero eso no significa que sea culpable. Pese a eso, escucho que muchos salen a referirse a los lazos que tienen algunas personas con nosotros como si eso fuera delito”, agregó Sánchez Miranda, quien dijo temer acciones judiciales impulsadas ahora por el gobierno para “despercudirse de nosotros”.
Los dos hermanos mayores Sánchez Paredes, Perciles y Santos, ya fallecidos, estuvieron involucrados en narcotráfico. Según las denuncias periodísticas, sobre lo construido por ellos dos se erige ahora la gran fortuna de los tres menores, Manuel, Orlando y Wilmer.
Los tres Sánchez Paredes son investigados actualmente en medio de múltiples suspicacias. El proceso incluye a varios de los hijos de éstos, pero no a los Sánchez Miranda, descendientes de Orlando, quienes, según “La República”, están solo en “evaluación”.
Pese a que no hay ninguna sentencia, la familia Sánchez Paredes, que asegura que su fortuna es fruto de trabajo legal, se ha convertido en una especie de símbolo de las maniobras con que supuestamente eluden las mafias a la Justicia.
