Lunes, 2 de Diciembre del 2024
turismo



Angola: 35 años

Publicado el 11/11/10

El 11 de Noviembre de 1975 Angola fue el último país del África continental en dejar de ser una colonia europea. Angola y los otros 4 Países Africanos de Lengua Oficial Portuguesa (PALOP) fueron las primeras y las últimas dependencias europeas en el mundo negro.
Angola se encuentra a alrededor de 5,000 kilómetros de distancia al sur de la península ibérica y al oeste del sur de América. Sin embargo, esta nación del África austral ha jugado un papel clave en la historia iberoamericana.

Una década antes de que Colón llegase al Caribe, el portugués Diogo Cao arribó al río Congo, el segundo más grande del África luego del Nilo, donde lograría ir creando una asociación entre Portugal y el poderoso reino de los Kongos que se extendía alrededor de los actuales territorios del norte de Angola, los mismos que inicialmente no fueron conquistados por los portugueses. Por el contrario, estos fueron cristianizados y se convirtieron en aliados de Lisboa en la zona.

Sin embargo, a fines del siglo XVI los portugueses fueron tratando de conquistarlos a ellos y a la de los “ngolas” para prevenir que ellos volviesen a coquetear con los holandeses y para centrarse en la trata de esclavos hacia Brasil y el Nuevo Mundo.

Angola se convirtió en un punto estratégico para los portugueses, quienes fueron los primeros europeos en establecer su comercio y sus dominios en el África negra y en el Océano Índico (el cual en los siglos XVI y XVII tenía al portugués como su lengua franca).
Angola fue uno de los principales proveedores de esclavos para re-popular al Nuevo Mundo.

Durante los tres siglos que duraron las colonias sur y centro americanas varios países latinoamericanos llegaron a tener más angolanos que gente nacida en España o Portugal. La herencia angolana en nuestras tierras es riquísima, aunque poco estudiada.

La historia del Brasil se haya muy entrelazada con la de Angola. Entre estas dos colonias portuguesas que se encontraban en lados opuestos del mar hubo un gran flujo. Hoy la mitad de los casi 200 millones de brasileros desciende de esclavos, gran parte de ellos provenientes de Angola y de los PALOP.

Las mismas tropas holandeses que guerreaban contra Portugal por el control del noreste brasilero igualmente lo hacían por las posesiones angolanas. Cuando en 1641-48 los neerlandeses capturaron Luanda, fue la aristocracia carioca, la cual fue tan afectada cuando de esta manera se paraba la llegada de esclavos que usaba para sus plantaciones y para intercambiarlos por plata hispano-americana, quien se encargó enteramente de organizar, financiar y liderar la “reconquista” portuguesa de Angola. Varios de los gobernadores de Angola partieron desde el Brasil.

Durante el periodo colonial Brasil y Angola se hayaron en mutua dependencia.En el siglo XVII unos 10,000 esclavos eran despachados desde Angola anualmente hacia Brasil y el Nuevo Mundo. En el siglo XVIII esta cifra subió a 18,500. Alencastro sostiene que la construcción del Brasil se dio en base a la destrucción de Angola, pues de 1701 a 1810 unos 2 millones de esclavos llegaron al Brasil, de los cuales la mayor parte zarpaban desde Angola. A mediados del siglo XVIII la mayor parte del comercio de esclavos desde Angola era pagada con exportaciones brasileras (como la chachaza y otros licores) y conducida por barcos negreros brasileros (los portugueses llegaron a ser apenas el 15% de ellos). Muchos de los esclavos que salieron desde Angola luego eran comerciados hacia el Caribe, la cuenca del Plata o los Andes.

En la fase final del imperio luso en Brasil (1808-1822) los cariocas fueron quienes administraron Angola y el resto de colonias portuguesas.

Imagen de San Martín de Porres. Al lado una de las tantas procesiones al Señor de los Milagros de Lima pintado por un esclavo angolano.

Hasta en Perú, que es el país americano que más lejos se haya de Angola por la vía marítima, la presencia angolana marcó mucho del carácter de dicho país. La mayor procesión católica que allí se hace (y posiblemente en todo el mundo) es una para rendir pleitesía al Cristo Moreno, el cual fue pintado por el esclavo angolano Pedro Dalcón. El mayor santo peruano (San Martín de Porras, cuyo nombre ha sido dado a una universidad, un distrito de la capital y un departamento del Perú) fue hijo de una panameña liberta descendiente de angolanos.

Cuando Lima era la capital de la mayor parte del subcontinente suramericano un significativo porcentaje de sus habitantes eran angolanos y africanos. A muchos barrios o poblaciones negras se les denominaba en el Perú virreinal como ‘angolas’. El nombre ‘Angola’ no solo se asocia a barriadas sino también a uno de los hoteles y centros de convención más exclusivos de Lima, los cuales han sido bautizados en honor a ‘María Angola’, la gran campana del Cuzco, considerada como una de las más monumentales y sonoras de Suramérica. El popular plato peruano del escabeche o el baile típico de la costa peruana Landó tienen raíces en Luanda, la capital angolana.
En los últimos años América Latina se ha preciado de haber electo presidentes de ascendencia japonesa (Fujimori), turco-árabe (Menem, Mahuad, Saca o Bucaram), búlgara (Dilma Rousseff), croata (Kirchner), francesa (Bachelet), etc. Sin embargo, no conozco de un solo presidente sur o centro americano que haya reivindicado sus ancestros angolanos.
Hoy en la Hispanoamérica que celebra los bicentenarios de sus independencias es bueno recordar que posiblemente su primer territorio que logró la independencia fue un área de Veracruz en México, la cual en 1570, hace más de 4 siglos, fue liderada por el esclavo liberado Gaspar Yanga, quien llegó allí vía Cabo Verde (el archipiélago afro-portugués), muy posiblemente desde una región del entorno kongo-angolano.

En Londres, la más cosmopolita ciudad del Viejo Mundo, uno puede encontrar comunidades de todos los países del planeta. Al ver uno como buscan socializar entre ellos los diferentes inmigrantes uno se puede ayudar a ver cuales los verdaderos nexos culturales e históricos entre los pueblos. En la capital británica, como se ve en la primera foto, es usual encontrar carteles donde se unen las banderas de Brasil, Angola y Portugal, como el que vemos en esta imagen tomada en la calle principal de Brixton al lado de La Mazorca y Chaney, el restaurante y discoteca hispanoamericanos más populares de dicho popular barrio londinense.

Esas 3 repúblicas colocadas en 3 distintos continentes tienen en común 5 siglos de intercambio, historia, cultura y lengua afines. En las 150 iglesias brasileras del Reino Unido se encuentran mucho más portugueses y angolanos que hispanoamericanos. La Asociación Brasilera del Reino Unido (ABRAS), la cual, con 14,000 afiliados es la mayor organización comunitaria brasileña en Europa (y posiblemente en la diáspora brasilera), tiene más asociados angolanos que la suma de todo el resto de sus miembros provenientes de toda Latinoamérica. Esta semana la profesora brasilera Else Vieira organiza el festival de cine por el 35 aniversario de la independencia luso-africana en la universidad Queens Mary.
La siguiente imagen corresponde a la de la principal abogada brasilera en asuntos inmigratorios del Reino Unido Vitoria Nabas junto a su colega colombiana Amparo Beron. Ellas son parte activa de la comunidad angolana y luso-africana. En la foto se les ve con la banderola de la Alianza Iberoamericana y Lusohispana de UK que llama a la unidad de los ibero americanos y africanos, y en la que se celebran el 200 aniversario de las primeras naciones iberoamericanas y el 35 aniversario de la independencia de los PALOP. Dicha imagen fue tomada en la catedral de San Jorge en Southwark cuando el 10 de Octubre se dio la misa por el DIA DE IBEROAMERICA.

La imagen que le sigue es el símbolo de la Unión de Mujeres Angolanas del Reino Unido (UMARU), la cual organiza la festividad por el día internacional de la mujer más antiguo dentro de la comunidad de habla lusa e hispana en Inglaterra y quien ha jugado un papel en la lucha por el reconocimiento de las comunidades iberoamericanas en Londres.

La foto del final es uno de los bailes de herencia africana o angolana que danzaron en la plaza mayor de Londres (la Trafalgar Square) el grupo SOMOS PERU UK mostrando los nexos entre los africanos y los hispanoamericanos.



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