El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, ha anunciado la suspensión de los intercambios comerciales con Corea del Norte y ha exigido disculpas al régimen comunista de Pyongyang por torpedear una corbeta surcoreana y matar a 46 marinos en marzo. Pyongyang ha amenazado, por su parte, con abrir fuego contra Corea del Sur si Seúl cumple con su advertencia de comenzar a emitir mensajes propagandísticos anti norcoreanos a lo largo de la frontera que separa ambos países, ha informado la agencia estatal KCNA.
Estados Unidos, que tiene 28,000 soldados en el Sur, dio todo su apoyo a Seúl y dijo que está trabajando duro para evitar que la situación se descontrole.
Con la secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton , en Pekín, Washington presionó al único aliado importante de Corea del Norte para que controle al reclusivo Estado.
Las declaraciones cada vez más encendidas a lo largo de la fuertemente defendida frontera de la Guerra Fría están poniendo nerviosos a los inversores y afectando las relaciones económicas en una región económicamente poderosa.