Lugar: Galería Germán Krüger Espantoso (Av. Angamos Oeste 120)
Inauguración: Jueves 16 de julio a las 7 p.m.
Abierto al público del 17 de julio al 16 de agosto
Visita guiada: 21 de julio
El ICPNA presenta la más completa retrospectiva de Alfredo Ruiz Rosas, brillante exponente del realismo socialista en la pintura peruana. Con la capacidad de comprender los conflictos de su tiempo, representó –con la distorsión en sus cuadros- la experiencia vivida en su país para poner al espectador en condiciones de valorarla. Distorsionar la estabilidad ejerció sobre él un efecto catártico de la experiencia vital que es tema fundamental en su arte.
Uno de los objetivos de su pintura fue el intento de captar la apariencia y vincularla con el conjunto de sensaciones que dicha apariencia suscitaba en él. Es así que Ruiz Rosas apostó decididamente por la figuración y más concretamente por la representación de la figura humana como tema fundamental, sin olvidar el bodegón y el paisaje.
La curaduría de esta gran exposición compuesta por más de 80 pinturas está a cargo de Jorge Bernuy. La inauguración se realizará el jueves 16 de julio a las 7 p.m. en la Galería Germán Krüger Espantoso (Av. Angamos Oeste 160) y estará en exhibición hasta el 16 de agosto, de martes a domingo de 11 a.m. a 8 p.m. Habrá una visita guiada que realizará el curador el martes 21 de julio a las 6.30 p.m.
Sobre el artista
Alfredo Ruiz Rosas (Lima 1926-2002) ingresa en 1946 a la Escuela Nacional de Bellas Artes como discípulo en el taller de pintura de Juan Manuel Ugarte Eléspuru. Paralelamente a la pintura, siguió el curso de grabado. Renuente a la disciplina académica, cursará solo cuatro de los ocho años de estudio requeridos para graduarse.
En 1950 gana una beca del Instituto de Cultura Hispánica, parte a Europa y radica en Madrid, donde quedará impactado con la obra de Francisco de Goya. Luego de algunos meses de estadía, realiza su primera muestra junto con el escultor Joaquín Roca Rey y el pintor Emilio Rodríguez Larraín en la prestigiosa galería Biosca, siendo reconocidos por la crítica local.
En 1954 regresa al Perú, exhibe con gran éxito y gana el Premio de Pintura “Manuel Moncloa y Ordoñez” con su cuadro titulado Pan (pintura figurativa que hace alusión al hambre con un niño en composición central que abre los brazos como pidiendo ayuda) y el premio “Caballero Carmelo”. En 1955 asume por entonces una posición política activa que lo llevará a ser durante una década militante del Partido Comunista Peruano y a mantener en adelante sus convicciones ideológicas. Ese mismo año se casa con la actriz Dalmacia Samohod, con quien tiene dos hijas: Dalmacia, reconocida poeta nacional, y Florencia, destacada intérprete de flauta.
En 1964 se separa de Dalmacia Samohod, vuelve a Europa y se establece en París, donde hace una intensa vida bohemia. A inicios de la década de 1970 se traslada a Bruselas, donde pocos años más tarde conoce a Marita Sousa distinguida coleccionista de obras de arte y cristales, con quien se casa en 1982.
En 1979 retorna a establecerse en Lima y lleva a cabo algunas exposiciones individuales. A partir de los años 80, la producción de Ruiz Rosas fue muy vasta en óleos y acrílicos de diverso formato. En 1992, sufre un infarto y tras un largo proceso de recuperación vuelve a la pintura a fines de 1999, aprendiendo a utilizar la mano izquierda. Fallece el 6 de febrero del 2002 en Lima.