Viernes, 26 de Abril del 2024
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CRÓNICA: EL VERDADERO REY DE COPAS

Publicado el 25/05/14

El Real superó al Atlético y sumó diez orejonas

Me gustan las finales de Champions League, más aun cuando hace algunos años se juegan los sábados, en nuestra región el horario cae preciso para poder reunirse con algunos amigos que disfrutan del buen fútbol, horario después del almuerzo, sin necesidad de faltar a clases o al trabajo. Esta final no fue la excepción, no podían faltar las cervezas heladitas, ojo solo fueron algunas, y el piqueo al gusto. Mi casa se llenaba a la hora esperada, desde muy temprano estábamos atentos de que podría pasar con un equipo que a base de garra y temperamento como el atlético enfrentando a un grande, un equipo de jerarquías individuales, Real Madrid quería lograr su “orejona” número diez en su historia y no sería un rival fácil. Mientras veíamos los calentamientos previos de ambos equipos en cancha, nos dimos con la primera sorpresa, Diego Costa hacia trabajo diferenciado a pesar de que estaba lesionado y ya era casi descartado en la semana, al parecer su viaje y tratamiento en Serbia con placenta de yeguas era un maravilloso remedio para su lesión, aunque confiarse de este método seria después algo que lamentarían muchos, en especial el Cholo Simeone.

Once titular de cada equipo en el césped, con algunos nombres que no estaban en planes del espectador, por parte del equipo “colchonero” ya habíamos tocado el tema de Diego Costa, además ante la ausencia de Arda Thuran que quedó fuera por su lesión en la pelvis el reemplazante era Tiago, en el Real Madrid existían cambios por un tema estratégico como el dejar a Marcelo en banco para poner desde el vamos a Fabio Coentrao y no contar con Pepe (por estar algo sentido muscularmente) y si tener al joven francés Varane en la defensa al lado de Sergio Ramos. Carlo Ancelotti había ganado dos Champions League, una con la Juventus y la otra con el Milán, pero ojo si recuerdan la remontada de Liverpool en el 2005 después de que Milán ganaba cómodamente por tres a cero, pues si, ese entrenador del Milán era Ancelotti, quiero decir con esto que pudo haber ganado dos importantes copas, pero en su experiencia como entrenador también tiene una copa perdida por confiado. El cholo Simeone, muy querido en argentina y seguro muy apoyado por los argentinos que observaban este partido, era muy apoyado por los latinos especialmente. Simeone logró sacar campeón de la liga española al “Aleti” después de muchos años, llegaba a esta final para lograr algo histórico en la otra mitad de Madrid, campeonar con los colchoneros sería más que una proeza deportiva.

Y así empezó el partido que por momentos nos mostraban mucho amarre en el medio campo, llegadas sin mucho peligro, y hasta las individualidades hasta ese momento dormidas, el ingreso de Adrián muy temprano para reemplazar a Costa indicaban la poca mano dura de Simeone al confiar en su pupilo y creer que este podía jugar un encuentro de estas características, el Atlético quemaba muy rápido un comodín de cambio y esto pesaría más adelante. Llegaban los blancos de Madrid con frecuencia pasando los tres cuartos de cancha, Cristiano Ronaldo no aparecía y Bale fallaba, pero ante estas falencias de los grandes aparecía Ángel Di María para mí el mejor del partido. Pero como “goles que no haces goles que te hacen” apareció el uruguayo Godín que en una pelota parada aprovecho el juego aéreo para meter un testazo fuerte lo que hacía festejar a la mitad de Madrid. A su estilo había marcado el equipo colchonero, lo único que tenía que hacer el equipo del Cholo era defenderse con uñas y dientes y aprovechar las contras, pero en el segundo tiempo el ingreso de Isco y Marcelo hacían crecer al equipo blanco con ofensividad, pero jugaban contra el tiempo, mientras más pasaban los minutos no solo Bale fallaba en definición sino que también crecía la ansiedad y esto jugaba en contra. Hasta que llegó lo peor de la noche para el equipo colchonero, el cuarto árbitro levantaba el tablero de números electrónicos, la cifra era “5”. ¿Pero por que cinco minutos de compensación si nunca se paró el partido por un altercado? ¿Por qué cinco si solo se paró el tiempo para los cambios que fueron cuatro? (Isco y Marcelo entraron al mismo tiempo, en el minuto 58) Eran las preguntas que se hacia el Cholo Simeone, disgustado por el tablero pero con la consigna de seguir arengando a sus dirigidos siguió gritando, saltando y reclamando como lo hace siempre al vivir un partido.

Diego Simeone renegaba con razón, minuto 93 tiro de esquina para el Real Madrid, Modric cobra el corner y apareció el hombre más importante del equipo en esta edición de Champions: Sergio ramos, cabezazo esquinado al palo derecho del belga Courtois imposible de atajar, la defensa se durmió cuando debían poner más ganas en esos minutos. Celebraba la otra mitad de Madrid y el Simeone le increpaba al juez cual era la razón de cinco minutos de adición, buena o mala decisión tendríamos que ver treinta minutos más de final y si no llegaban los goles pues llegarían los penales. Pues los treinta son indescriptibles, el físico del equipo listado no soportaría la presión de los grandes, las individualidades serian gran diferencia cuando se extinguía el partido, primero Bale que en una gran acción de Di María por izquierda aprovechó un rebote para meterla de cabeza, luego era Marcelo en una jugada individual rematando fuerte y al final un penal de Cristiano Ronaldo que no solo significaba la cereza del pastel blanco como Chantillí, significaba también igualar al segundo goleador de Champions Lionel Messi (17 tantos) y quedando a tres del goleador absoluto el gran Raúl.

Medio Madrid celebra con el triunfo del Real, un equipo que después de doce años lograba alzar la orejona nuevamente, la última vez Zidane era la estrella hoy el francés acompaña en la banca a Ancelotti, las calles de Lisboa se vistieron de blanco y el viaje hacia su ciudad fue entre fiesta, cánticos y la orejona en brazos, por otro lado regresaban también a Madrid los del Atlético, tristes por la derrota pero con la conciencia limpia de haber luchado tanto en esta edición internacional sin tener el mismo presupuesto de sus rivales pero con un corazón que no tiene precio alguno, lo saben sus hinchas el equipo de Simeone sí que tuvo un gran año pero hay que rendirle pleitesía al verdadero campeón, al Real Madrid, al verdadero Rey de Copas.

 

Por Luis Angel Polín



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