Las grúas han vuelto a hacer su aparición en la ciudad de Miami, que se transformó en el emblema del colapso inmobiliario que dio inicio a la crisis financiera de 2008. En esta ocasión, sin embargo, el auge en la construcción de apartamentos no es impulsado por el crédito barato de los bancos, sino por inversionistas extranjeros, muchos de ellos latinoamericanos. Numerosos e imponentes edificios de condominios estuvieron desocupados durante varios años después del estallido de la burbuja inmobiliaria.