Viernes, 26 de Abril del 2024
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Propuesta “Primitivo”: Artista Herbert Rodríguez en Fundación Euroidiomas

Publicado el 06/11/12

FIESTA DE COLOR, ORGÍA DE FORMAS

Diseños que afloran de la sangre, de la tierra y de las fiestas populares del Perú dan paso a tótems, máscaras y altares imaginarios en nueva muestra del destacado e infatigable artista Herbert Rodríguez, que retoma la pintura-pintura, a casi un lustro de ausencia de las galerías. Desde el 6 de noviembre en el Espacio de arte de Fundación Euroidiomas.

“Primitivo” marca el retorno del destacado artista Herbert Rodríguez a la técnica y el oficio “pintura-pintura”, luego de cuatro años de ausencia de las salas de exposición. Se trata de su más reciente producción de acrílicos sobre tela en gran formato, donde el color y el diseño son los protagonistas. Asimismo, reúne una serie de grabados digitales y dibujos a lápiz. Un despliegue de formas y colores que el 6 de noviembre tomarán, literalmente, las dos salas del Espacio de arte de la Fundación Euroidiomas, como cierre del ciclo de exposiciones individuales del 2012.

La fuerza ineludible de los ancestros en diseños que afloran de la sangre, de la tierra y de las fiestas populares del Perú, cobran vida en tótems, máscaras y altares imaginarios en los que Herbert Rodríguez volca todo su estilo personal, en juegos de formas primitivistas de colores intensos, contrastados y con énfasis en el diseño. Tendencia artística que no es nueva en Rodríguez y que lo llevó a representarnos en la Bienal de Sao Paulo en 1983, con su instalación tropical “Altar al yo”.

“Primitivo” es una oportunidad para reencontrarnos con la obra de este infatigable y mítico artista, ex miembro del emblemático Taller Huayco EPS y protagonista de la movida ochentera, que en sus tres décadas de trayectoria en pintura, ensamblajes, instalaciones y murales, sigue en la búsqueda de construir una propuesta estética que sea “significativa y socialmente relevante”, como expresa el mismo artista.

“Retomo la pintura-pintura después de tiempo, aunque los muros de El Averno han sido mi lienzo a lo largo de una década y mi espacio para la creatividad con causa. Primitivismo le llamo a esto de, a partir del ejercicio del dibujo espontáneo e intuitivo, recuperar raíces en la sangre, ese legado ancestral que está ahí, inasible, en una memoria de sensaciones que atraviesa los tiempos, formas, colores y configuraciones que, en mi caso, remiten a personajes imaginarios y composiciones simétricas de colores contrastados, con reminiscencia a naturaleza tropical -la playa y el mar chorrillano con su paisaje intensamente tropical- como a la cultura tradicional y popular urbana” explica Herbert Rodríguez.

“Primitivo” se inaugura el martes 6 de noviembre en el Espacio de Arte de la Fundación Euroidiomas, calle Libertad 130 Miraflores. Podrá visitarse hasta el 27 de noviembre, lunes a viernes de 9:00 a.m. a 9:00 p.m. y sábados de 9:00 a.m. a 6:00 p.m. El ingreso es libre.

SOBRE EL ARTISTA

Herbert Rodríguez (Lima, 1959) estudió Pintura en la Facultad de arte PUCP. Representó al Perú en la XVII Bienal de Sao Paulo (1983), I Bienal de La Habana (1984), y I Bienal Iberoamericana de Lima (1997). En la década del ochenta participó en la Movida Barranquina integrando el Taller Huayco E.P.S. y el grupo A.V.A. (1979-1981); y junto con Los Bestias, en la Movida Subterránea con los Festivales de Arte Total (1984-1986). Impulsó la campaña ARTE/VIDA, serie de murales collage contra la violencia política en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (1989-1990).

Ha realizado más de 30 exposiciones individuales en Perú, Alemania e Inglaterra -país en el que radicó entre 1994-1996. Entres sus principales muestras se encuentran “Kontracultura: 17 Años de Arte Limeño Alternativo” en el Centro Cultural PUCP, con la curaduría de Jorge Villacorta (1997), y su retrospectiva “De la guerra a la Casona: Vestigios, despojos y desechos” en el Museo de Arte del Centro Cultural UNMSM, con la curaduría de Juan Peralta (2007). En 2008 presentó sus últimas individuales, “Ser artista en el Perú” en la Escuela de Bellas Artes del Cusco, “Confrontación” en la galería del INC Chiclayo, “Insumisión” en Galería 80m2. “Primitivo” es su trigésimo sétima individual.

A su amplia trayectoria artística se suma su labor de investigador, docente y activista en la defensa de los derechos culturales y del patrimonio cultural. Ha sido consultor del INC para el proyecto “Cultura y Desarrollo” (2009), miembro de la Comisión de Adecuación de la Escuela Nacional de Bellas Artes a la Ley Universitaria (2009-2010). Actualmente es asesor artístico del Centro Cultural El Averno (desde 1998) y docente de la Facultad de Arte y Diseño Isil.

TEXTOS SOBRE LA MUESTRA PRIMITIVO

Herbert Rodríguez, el primitivo

Entre el infierno y el paraíso

Por Elio Martuccelli

Mis comentarios al trabajo de Herbert Rodríguez no pueden ser objetivos ni distantes. Nos conocemos hace más de 20 años y hemos coincidido durante todo este tiempo en espacios y eventos vitales, compartiendo proyectos que han sido parte de mi aprendizaje. Aunque su temperamento lo haga vivir en un estado de confrontación permanente, en el fondo, creo que entre nosotros hay algo que se parece a la amistad.

Cada vez que lo veo trabajar, su mano endemoniada no deja de trazar líneas ni de cubrir con colores cualquier superficie. Herbert sufre de incontinencia artística, de hemorragia pictórica. Herbert escupe, orina y vomita pintura.

Estamos hablando de un artista áspero, provocador y polémico, con fuerte carga política y una trayectoria artística de más de tres décadas. Sus innumerables murales e intervenciones urbanas son el testimonio del interés que siempre ha tenido Rodríguez por la ciudad. Y viceversa, él se alimenta también de la calle, de sus manifestaciones encendidas, brillantes y abigarradas. En su obra, lo popular se renueva y logra insinuar una nueva vía para el arte, alejado de los medios académicos.

Al mismo tiempo, su trabajo artístico se nutre de lo ancestral, lo moderno y lo contemporáneo. Así como hay referencias a culturas africanas y prehispánicas de nuestro continente, también está el arte europeo de inicios del siglo XX: cubismo y expresionismo. No es casual que estén presentes las vanguardias europeas, porque ellas en su momento miraron el arte que no era occidental, se alimentaron de las expresiones de África, Asia, Oceanía y América. En obras anteriores de Rodríguez también ha habido influencias del dadá (en los collages) y del pop art, el neo-dadá y el arte povera (en ensamblajes y carteles).

La palabra primitivo tiene varias connotaciones. Si bien se utiliza como sinónimo de simple, sencillo, elemental, tosco, rudo y rudimentario, también puede significar ser primero en su especie, primigenio, primario, original. Así mismo, primitivo puede aludir a lo que la cultura occidental ha ubicado fuera de los límites de la civilización, la industrialización y la modernidad, como expresión de pulsiones inconscientes, espontáneas y naturales, que a lo largo de siglos se ha tratado de controlar.

Lo cierto es que lo recargado y lo ornamental cobran en esta propuesta enorme importancia: la expresión contemporánea de un barroco intenso y psicodélico que aflora incontenible. Así es el trabajo: ingenuo y satánico, vehemente y lúdico, potente y minucioso, salvaje y alegre.

En esta muestra hay una voluntad exuberante por cubrir la tela y el papel, en composiciones aparentemente simples pero elaboradas, feroces pero sin perder precisión, de mucha fuerza y a la vez exactitud: explosiva mezcla de vigor y rigor.

Esta exposición demuestra que Herbert Rodríguez es un gran pintor. Pero es, sobre todo, un gran artista, sensible y comprometido con los avatares de su tiempo y lugar.

ENERGÍA POVERA (Parte I)

Por Miguel Lescano, artista visual y curador

En un proceso arduo, creativo, extenso, articulado en rupturas visuales de un arte duro de digerir, es lo que a través de 3 décadas el artista Herbert Rodríguez ha venido trabajando y ex/poniendo en diferentes espacios culturales de Lima y el extranjero.

Empezó este devenir en la década de los 80, con provocadores collages al estilo Dadá trabajados en blanco y negro d/enunciando todo a su paso: un sistema caduco, terrorismo y flagrantes puestas en escenas de corrupciones políticas. Esta actitud devenía de un artista desconforme con todo lo establecido y malsano, en este proceso complementaba sus collages con pictóricos ensamblajes de madera y deshecho pintados con colores puros, rompiendo una vez más con pautas o definiciones formales que la academia establecía.

Se convirtió entonces en un artesano, con estilo propio, un pintor urbano sobre su mismo urbanismo coloquial, de trazos lineales y simples, sin conceptos difíciles. Rodríguez también dedicó gran parte de su tiempo en pintar murales en cualquier rincón que se le era permitido, en cada pared que se le ponía por delante y se resistiera a ser pintado. El artista quería hacer-decir-mostrar que el arte también estaba en las calles y con acceso libre. Libertad plena.

 



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