Viernes, 13 de Diciembre del 2024
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En invierno hará un año (Caroline Link)

Publicado el 17/08/12

En principio, Caroline Link recibió el encargo de escribir un guión para este proyecto de una productora norteamericana, pero nunca llegó a realizarse. De ello resultó una película alemana. “Naturalmente, durante el rodaje pensaba de vez en cuando cómo habría sido si hubiera rodado esta película en los Estados Unidos. Y entonces siempre estaba contenta y agradecida de haber podido rodarla aquí. En mi idioma, con mi gente.” Esta afirmación de la cineasta es totalmente plausible, pues la intensidad de IM WINTER EIN JAHR es el resultado, sobre todo, de la confianza entre la directora, los actores y el equipo. Así, finalmente fue producida una película familiar muy alemana. “Como en todas mis películas, vuelvo a tratar el tema de la familia”, explica Caroline Link. “Sin embargo, esta vez aparece una constelación muy importante de personajes ajenos a la familia, como el pintor y su estrecha relación con la chica”. El punto de partida es el suicidio del muchacho; sus familiares intentan superar este trauma de muy distintas formas. Naturalmente, la propuesta de retratar a Alex, el hijo muerto, junto a su hermana, que sigue viva, es también un intento de unirlos una vez más no sólo visualmente, sino de perpetuarlos de algún modo; una forma de lo más irracional de desentenderse de la muerte. La tarea de elaborar la tragedia se delega en un pintor, quien se toma el encargo con suficiente seriedad como para investigar por su parte las implicaciones y causas, a pesar de haber sido provisto con bastante material gráfico (fotos y vídeos). Sin este intento de profundizar más en el “caso”, habría bastado simplemente ampliar y montar fotos. Así, Max Hollander debe hacer el trabajo para el que la familia no ha tenido ni el valor ni la perseverancia. Sin embargo, tampoco él podrá resolver el problema ni explicar esta muerte; al menos, no tanto como para satisfacer a su clienta. No obstante, la película ofrece una serie de respuestas que, evidentemente, en su conjunto aún dejan abiertos algunos interrogantes. Hay que fijarse en los detalles y pequeños gestos. En una ocasión, Lilli toma la mano de su padre, un gesto de cariño que expresa su deseo de estar cerca suyo. El padre reacciona con la pregunta: “¿Necesitas dinero?”. Además, el hecho de que Lilli crea ver a su hermano a lo largo de la historia muestra su obsesión por su pérdida. Los padres, pese a su bienestar material, están sumidos en una soledad sin remedio, aunque ellos mismos aún no lo saben. Incluso el exitoso pintor tiene un matrimonio fracasado a sus espaldas; trata en vano de averiguar si tal vez es homosexual y se lleva un desengaño irremediable cuando su hijo rechaza uno de sus retratos como regalo de cumpleaños. Le queda como consuelo, como formuló Bertolt Brecht, que la forma más sencilla de la existencia está en el arte.



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