Una nave rusa que debía llevar pertrechos a la Estación Espacial Internacional se estrelló en Siberia, según informaciones, poco después de despegar.
La nave, llamada Progreso, llevaba agua, alimentos, oxígeno y combustible a la tripulación de la estación.
Se cree que la tripulación no se verá afectada por éste incidente, el primero de esta clase en treinta años, ya que hay suficientes provisiones en la estación para por lo menos un año.