Jueves, 12 de Diciembre del 2024
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El nuevo presidente de Honduras decreta el toque de queda

Publicado el 29/06/09

NicaraguaEl nuevo Gobierno de Honduras, encabezado por Roberto Micheletti, ha decretado el toque de queda en todo el país durante los próximos dos días para garantizar el orden público después del triunfo del golpe de Estado que este domingo ha terminado con la presidencia de Manuel Zelaya. El toque de queda entrará en vigor a las nueve de la noche (5.00 de la madrugada hora peninsular española) y se terminará a las seis de la mañana (14.00 hora española).
Mientras, en la calle, se sucede el caos. Cientos de partidarios de Zelaya, la mayoría de los cuales cubren sus rostros con máscaras y van armados con palos, han levantado barricadas en el centro de Tegucigalpa y han bloqueado el acceso por carretera al palacio presidencial. Testigos preguntados por Reuters aseguran, además, que en los alrededores del edificio oficial se han oído disparos y que se ha podido ver cómo una ambulancia llegaba a la zona, sin que por el momento se haya aclarado su procedencia o si alguien ha resultado herido.

En una reunión de urgencia convocada horas después de la expulsión del país del presidente Zelaya, el Congreso de Honduras ha nombrado a Roberto Micheletti, hasta ahora presidente de la Cámara, presidente interino del país, en sustitución de Zelaya, secuestrado y deportado a Costa Rica por los militares que se hicieron rápidamente con el control de la capital de Honduras.

Micheletti ocupará el cargo hasta 2010 para cumplir con el mandato de cuatro años por el que fue elegido Zelaya. “Prometo cumplir la Constitución y las leyes”, ha proclamado Micheletti, del gobernante Partido Liberal al prestar juramento. Micheletti ha prometido que “el 29 de noviembre habrá elecciones”, tal y como fueron convocadas hace un mes por el Tribunal Supremo Electoral (TSE) para elegir presidente, diputados y alcaldes.

Además, los miembros del Congreso han aceptado una supuesta carta de renuncia firmada por Zelaya, algo que este ha negado en una conversación telefónica con el presidente de El Salvador, Mauricio Funes, según ha revelado el propio Funes.

Recibido por Chávez, Correa y Ortega

El depuesto presidente hondureño, llevado por la fuerza a Costa Rica y destituido por el Parlamento de su país, ha viajado esta madrugada (hora española) a Nicaragua en un avión fletado por Venezuela para participar en una reunión urgente de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA). En la capital del país, Managua, Zelaya ha sido recibido con aplausos, vivas y abrazos por Hugo Chávez -quien aseguró este domingo que conseguirán “quebrar el golpe”-; el ecuatoriano Rafael Correa y el anfitrión Daniel Ortega.

Zelaya ha dicho en Nicaragua que está vivo por “una gracia de Dios” y ha anunciado además que regresará a Tegucigalpa para tomar posesión de su cargo “en el momento en que consideramos que debemos de hacerlo”. Flanqueado por Chávez, Correa y Ortega, el depuesto presidente hondureño ha asegurado: “Hubo un momento en que las ráfagas de las metralletas que estaban disparándose enfrente nuestro eran tan fuerte y era tanta la violencia y la brutalidad con que invadieron más de 200 elementos (militares) mi casa”, según informa EFE.

Zelaya ha contado cómo un grupo de militares encapuchados, armados y protegidos con chalecos antibalas lo amenazaron: “Me decían: si no suelta el celular, le disparamos. Suelte el celular, señor, y todos apuntando sobre mi cara y mi pecho”. Y ha añadido: “En forma muy audaz les dije: si traen orden de disparar, disparen, no tengo problema de recibir, de parte de los soldados de mi patria una ofensa más para mi pueblo, porque lo que están haciendo es ofendiendo al pueblo”. El presidente hondureño ha dicho que como cristiano perdona a los que casi lo asesinan “en un momento determinado” y disculpa a todos los que “están haciendo esto”.

Horas antes, en Costa Rica, donde ha estado antes de llegar a Nicaragua, Zelaya ha asegurado que ha sido víctima de un “secuestro brutal” por parte de un “grupo de militares”. “Entraron a balazos en el palacio presidencial y mis guardaespaldas aguantaron 20 minutos. Me sacaron en pijama (…) aquí estoy, en Costa Rica, en pijama todavía, y sin calcetines”, dijo el ex mandatario hondureño en las que fueron sus primeras declaraciones tras el golpe. Zelaya ha llamado a la “desobediencia civil pacífica” contra el “golpe de Estado” y ha asegurado que sus guardaespaldas han peleado durante 30 minutos con los militares antes de que estos lo hayan apresado.

La reunión extraordinaria de la ALBA, convocada por Ortega, tiene como fin exigir que Zelaya sea restituido en su cargo, según ha manifestado Chávez, quien ha asegurado que este golpe de Estado es parecido al organizado contra el presidente Salvador Allende, en 1973, y el sufrido temporalmente por él mismo en 2002. “Que no vayan los militares de Honduras a arremeter con sus armas contra el pueblo desarmado, porque estarían abriendo el camino a revoluciones violentas”, ha advertido el gobernante venezolano.

Consulta frustrada

El presidente Manuel Zelaya fue detenido por los militares entre las cinco y las seis de la mañana (mediodía en España) en su domicilio, en la colonia de Tres Caminos, justo cuando creía que ya se había conjurado el peligro de golpe de Estado. En una entrevista concedida a este periódico pocas horas antes de su detención, Zelaya Rosales presumía de que el apoyo expreso que había recibido de Estados Unidos había resultado fundamental para que el general insurrecto Romeo Vásquez no se hubiera atrevido a consumar un golpe que ya intentó el jueves sacando a los militares a la calle. La confianza llevó al presidente a abandonar anoche la Casa Presidencial por primera vez desde que estalló el conflicto, causado por su intención de convocar para ayer domingo una consulta popular que abriese el camino de su reelección.

Sin embargo, la intervención militar, con la cobertura del Tribunal Supremo, ha impedido la consulta. Las emisoras de radio y televisión fueron ayer cortadas, así como la electricidad, y se suspendió el transporte público. Tanquetas y camiones llenos de soldados tomaron los puntos estratégicos de la ciudad y varios helicópteros del Ejército no dejan de sobrevolar la Casa Presidencial y el Parlamento.

El Tribunal Supremo del país ha informado posteriormente en un comunicado de que ordenó al Ejército detener al presidente Manuel Zelaya por su intento de efectuar el referéndum sobre la Constitución. La primera dama, Xiomara de Zelaya, ha asegurado que se encuentra escondida “en una montaña” del oriente del país, según informa EFE.

Secuestro de embajadores y ministros

El embajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA) ha denunciado ante este organismo que el homólogo de su país en Honduras, así como los embajadores de Cuba y Nicaragua, y la canciller (ministra de Exteriores) de Honduras, Patricia Rodas, también han sido secuestrados “por militares encapuchados”. Minutos después, el embajador venezonalo en Tegucigalpa ha confirmado su liberación, así como la de los otros dos diplomáticos.

“Fuimos secuestrados, golpeados por un grupo de integrantes encapuchados de las Fuerzas Armadas cuando visitábamos a Patricia Rodas”, ha declarado Laguna a la cadena Telesur. El presidente venezolano y aliado político de Zelaya, Hugo Chávez, ha declarado que el Ejército de su país está “en alerta” y que actuará si su embajador o su embajada son atacados. Venezuela responderá con “la guerra”.

Según el relato de Laguna, Rodas ha sido “obligada por la fuerza a embarcarse en una furgoneta” y posteriormente ha sido “trasladada a una base aérea. El secretario personal de Zelaya, Eduardo Enrique Reina, ha asegurado que la responsable de Exteriores sigue detenida y que también pesa una orden de arresto sobre el resto de ministros. Medios locales aseguran que al menos ocho ministros han sido ya detenidos, además del propio Reina.

Columnas de humo

La mayoría de medios está haciendo llamamientos a la población para que permanezcan en sus casas y esperen una comunicación oficial. En la capital hondureña se aprecian algunas columnas de humo en distintos puntos y el ejército ha sacado los tanques a la calle. La Policía hondureña ha disparado gases lacrimógenos contra grupos progubernamentales en el centro de la ciudad, informa Reuters.

“Con mucha preocupación la Guardia de Honor nos ha informado de que el presidente fue sustraído por los militares y llevado a la Fuerza Aérea”, ha señalado el secretario privado de Zelaya en declaraciones a medios locales. El secretario de Zelaya ha asegurado que “el hecho ya ha sido denunciado ante la comunidad internacional” y ha hecho un llamamiento al pueblo hondureño y a los políticos a que se “manifiesten para defender la democracia”.

Esta semana, el presidente hondureño anunció la destitución del jefe del Estado Mayor, el general Romeo Vásquez, lo que provocó protestas enérgicas en el país, muy dividido ante la consulta convocada para este domingo por la que Zelaya pretendía reformar la Constitución para prolongar su mandato cuatro años más.



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