Estar conectado, hoy en día, es una necesidad. Ya hace mucho que estar disponible y tener información al alcance de sus dedos dejó de ser un lujo para convertirse una herramienta muy importante en la toma de decisiones cotidianas. Desde pequeñas acciones como qué película ver y en qué cine, o cuál es el mejor restaurante a elegir para una cena especial, hasta la toma inteligente de decisiones de negocio. Todo eso ocurre la mayor parte del tiempo a través de un dispositivo móvil y muchas veces sin necesidad de hablar con alguien para hacerlo.
De acuerdo con los números de un importante fabricante de equipos de telecomunicación, el tráfico de datos a través de dispositivos móviles creció más del 80 % entre 2013 y 2014. Y se estima que para 2015 ese crecimiento será aún más expresivo. El motivo: más de 406 millones de nuevos smartphones fueron conectados en 2014.
Las nuevas generaciones ya tienen ese comportamiento muy bien incorporado en su modo de vida. A los de mi generación, a veces, nos cuesta un poco entrar en ello. Sin embargo, la gran mayoría hemos incorporado el factor movilidad en nuestro día a día y eso, impacta también al comportamiento de una empresa –sin importar el giro o tamaño. Estadísticas recientes indican que más de una tercera parte de los trabajadores en 2016 contará con alguna aplicación móvil para realizar su trabajo. Esto, ¿qué significa para un negocio?
Significa que las empresas deberán evolucionar hacia la movilidad de una forma controlada y consciente. Y hago esta advertencia porque suele suceder que conceptos como movilidad se confunde con hacer soluciones llamativas o contratar a un programador que desarrolle una bonita y colorida app creyendo que sólo de eso se trata. Porque llevar la movilidad, más que una moda, al interior de una empresa debe responder a una estrategia.
Es necesario contar con un plan de modernización que impacte principalmente a tres áreas clave del negocio:
Claramente, hay mucho por hacer. Sin embargo, una cosa es cierta: contar con una estrategia muy clara y fuerte de movilidad no es el futuro, es el presente. Por eso, la recomendación es invertir tiempo en ello, consultar la decisión con una empresa y/o consultoría que pueda orientar en la toma inteligente de decisión en ese tema. Eso puede, sí, significar el futuro de un negocio.