Domingo, 19 de Mayo del 2024 
Los dientes realizan la primera trituración de los alimentos, facilitando así la digestión y el aprovechamiento óptimo de los nutrientes, por lo cual la pérdida de los mismos deteriora la capacidad masticatoria con los consecuentes trastornos digestivos; asimismo, puede convertirse en una minusvalía que deriva en aislamiento social pues, por vergüenza, algunas personas ya no socializan, prefieren comer solas pues tienen que desmenuzar sus alimentos, o quitarse la dentadura postiza para hacerlo.
Mantener buenos hábitos de salud bucodental evita la pérdida de piezas dentales, lo cual se produce por caries no tratadas adecuadamente o por una enfermedad de encías (periodontitis). Es muy frecuente que cuando aparece una caries, las personas no le dan importancia sino hasta que está muy avanzada, lo cual por tratarse de una enfermedad infectocontagiosa, generará la aparición de más caries. La caries va evolucionando progresivamente hasta llegar a un estado en que la única solución es la extracción de la pieza, por eso es importante visitar al odontólogo periódicamente.
El tratamiento de la caries depende de cuán avanzada está; si ésta es superficial, se tratará por medio de obturaciones (empastes), bien de tipo estético con composites o resinas, o de amalgama de plata, según los casos. En caso de caries más profundas que afecten el nervio, deberá realizarse un tratamiento de endodoncia que consiste en quitar el nervio de la pieza dentaria limpiando meticulosamente el conducto donde éste se aloja en la raíz y luego rellenarlo con materiales especiales sellándolo completamente. En el último y peor de los casos, si la caries es muy profunda y no fuera posible realizar la endodoncia, se practica la extracción dentaria, que es la mutilación definitiva del diente y es irreversible.
La periodontitis es una inflamación e infección de los ligamentos y huesos que sirven de soporte a los dientes y ocurre cuando la inflamación y la infección de las encías (gingivitis) no se trata o cuando el tratamiento se demora. Dicha infección e inflamación se disemina desde las encías hasta los ligamentos y el hueso que sirven de soporte a los dientes. La pérdida de soporte hace que los dientes se aflojen y finalmente se caigan. La periodontitis es la causa principal de la caída de los dientes en los adultos.
Para reponer la pérdida de los dientes, se utilizan las prótesis dentales o implantes artificiales. Antiguamente la sustitución de los dientes perdidos se hacía mediante prótesis dentales de distintos tipos: removibles con bases en las encías y ganchos, removibles completas (las clásicas dentaduras cuando faltan todos los dientes) o fijas (puentes).
Hoy en día existe otra alternativa que consiste en colocar fijaciones de titanio puro en el hueso maxilar con el fin de sustituir a las raíces de las piezas dentales perdidas, lo cual permite reemplazar la pieza natural por una pieza artificial de mejor funcionalidad. Las ventajas de estos implantes son que proporcionan confort, ajuste y estética, constituyendo una alternativa en casos de prótesis que se mueven o producen dolor, así como permitir a la persona recuperar la habilidad de masticar, reír y hablar con confianza.
Mantener una correcta higiene oral diaria después de cada comida y acudir regularmente al dentista para que pueda detectar a tiempo la caries y enfermedades de encías, permitirán la buena conservación de nuestras piezas dentales. Pero en caso ya no fuera posible salvar la pieza dental con endodoncia, lo ideal será reponerlo de inmediato.
MALA ALINEACIÓN DENTARIA
Otro de los principales problemas que afectan a un importante sector de la población es la oclusión dental defectuosa o mal oclusión. La oclusión se refiere al alineamiento de los dientes y la forma como se ajustan los dientes superiores e inferiores (mordida). Una mordida adecuada es la que permite que los dientes del maxilar superior se acomoden lo más perfectamente con los dientes del maxilar inferior, esta posición permite masticar bien los alimentos, articular bien las palabras y le da a la cara un aspecto uniforme.
La mal oclusión puede ocasionar alteraciones tanto funcionales como estéticas que inciden negativamente sobre la calidad de vida de las personas. Dejado sin tratar, una mal oclusión no solo afecta la apariencia del paciente (en los casos más severos puede afectar significativamente la forma del rostro y consecuentemente, la autoestima de la gente), sino también puede causar desgaste dental y un mayor riesgo de deterioro y enfermedad de las encías (gingivitis o periodontitis).
La oclusión dental defectuosa es con mucha frecuencia hereditaria pero también puede producirse por malos hábitos generados en la niñez como chupar dedo, presionar los dientes con la lengua o usar biberón durante mucho tiempo.
Cuando se presenta la mala oclusión es importante obtener una evaluación profesional. En la actualidad la ortodoncia estudia y corrige estas alteraciones mediante la utilización de aparatos específicos para cada caso (fija o removible). En ciertas ocasiones en donde existen alteraciones óseas maxilares la cirugía ortognática debe ser el complemento de la ortodoncia.
El tratamiento es más eficaz en niños y adolescentes, pues el hueso es todavía blando y los dientes se pueden mover más fácilmente, dependiendo de la gravedad del caso. Asimismo, el tratamiento permite que la limpieza de los dientes sea más fácil y elimina la tensión sobre los dientes, la mandíbula y los músculos, lo cual disminuye el riesgo de ruptura de un diente.
Finalmente, cabe resaltar que es importante cepillarse y limpiarse los dientes con hilo dental todos los días, al igual que las visitas regulares al odontólogo. La placa bacteriana incluso, se puede acumular en los frenillos o aparatos dentales y puede marcar los dientes permanentemente o causar caries si no se tiene el cuidado adecuado.
