Puerto Príncipe, ene. 17 . El inesperado retorno del ex dictador Jean Claude “Baby Doc” Duvalier a Haití y, más allá, la incógnita sobre el por qué de su regreso, amenazan con multiplicar la tensión en el empobrecido país centroamericano, con una situación de por sí compleja por el indefinido desenlace de las elecciones presidenciales.
Duvalier, que no tuvo contacto con la prensa aunque se había anunciado una conferencia, ahora corrida hasta mañana, tiene un pasaje para regresar a París el jueves 20, según reveló la embajada francesa en Puerto Príncipe.
El anuncio de un regreso próximo, sin embargo, no logró aplacar ni la polémica sobre un supuesto acuerdo con el gobierno del presidente René Préval ni los temores por nuevos enfrentamientos, esta vez entre seguidores y detractores del ex dictador.
“Tiene una reserva para volver a París el 20 de enero y espero que la use”, reveló el embajador francés, Didier Le Bret, quien agregó que se enteró del regreso de Duvalier a Haití ayer, mientras el exdictador hacía una escala en Guadalupe, e “inmediatamente” informó al gobierno, lo que hace suponer que el Ejecutivo no sabía de la venida.
Duvalier obtuvo un pasaporte diplomático de las autoridades haitianas tras la caída del expresidente Jean-Bertrand Aristide en 2005, que usó ahora para regresar a Haití, tras 25 años de exilio.
A las afueras del hotel donde está, el exembajador Henry Robert Sterlin hizo de improvisado vocero para explicar que la conferencia sería mañana porque no se había acordado con el hotel hacerla hoy, y defender la llegada del exdictador.
“No sé por qué volvió, pero es un ciudadano haitiano y regresó a su país porque la Constitución lo permite; es un expresidente y tiene derecho a un pasaporte diplomático”, remarcó.
Desde el gobierno de Préval, la única voz que se escuchó fue la del primer ministro, Jean Max Bellerive, para quien Duvalier “tiene derecho a regresar porque es un ciudadano haitiano”.
“Sólo espero que eso no complique una situación ya tensa”, amplió el funcionario.
Pero en la oposición -de por sí molesta con el Ejecutivo por el proceso electoral indefinido- consideraron que existió complicidad o anuencia de la administración central para el retorno.
Duvalier está hospedado en un hotel capitalino bajo custodia policial, de acuerdo con informes de Telesur. Sobre el exdictador, de 59 años, pesan acusaciones de corrupción y violación de derechos humanos.
La organización Amnistía Internacional fue la primera en reclamar juicio para Duvalier, por crímenes que consideró de lesa humanidad, pero parece claro que una eventual iniciativa en ese sentido o, más allá, un intento de detención generaría para el gobierno nuevas complicaciones.
El titular de la Confederación Unidad Democrática (KID), Evans Paul, denunció la “historia de sangre y robo” que trae Duvalier, se preguntó si no existió “complicidad” de parte del gobierno y advirtió que el retorno puede servir de “distracción” en beneficio del Ejecutivo.
Más contundente fue el dirigente de Fusión de los Socialdemócratas Víctor Benoit, para quien Baby Doc llegó al país para “hacer política” con el respaldo del gobierno, porque “entró de forma oficial, lo que significa que llegó con el apoyo del actual poder y del propio presidente Préval”.
Tras suceder a su padre Francois “Papa Doc” Duvalier (1964-71), a los 19 años, Baby Doc mantuvo otro régimen dictatorial que dejó miles de muertos y perseguidos y durante el que enriqueció sus cuentas personales. En 1986 fue obligado a abandonar el territorio tras fuertes protestas populares.
Su regreso se da cuando el país debe fijar fecha para una segunda vuelta electoral que sirva para definir al sucesor de Préval.
Los resultados de las elecciones presidenciales y legislativas del 28 de noviembre fueron denunciados como fraudulentos por la oposición y una comisión de la OEA que analizó el proceso sugirió cambios en los nombres de quienes deben ir al balotaje.
Aunque los resultados provisorios dieron a la opositora Mirlande Manigat y al oficialista Jude Celestin como los dos primeros en votos, la OEA recomendó que en vez del postulante gubernamental sea el cantante popular Michel Martelly en que llegue a la segunda compulsa.
Paradójicamente, la llegada de Duvalier se dio el día inicialmente previsto para el ballotage.