Lima, 01 de Diciembre del 2025.-En diversos modelos de laptops y equipos electrónicos es posible encontrar puertos USB de color naranja, una característica que suele pasar inadvertida, pero que tiene una función específica relacionada con la energía que suministran. Aunque no existe un estándar internacional que exija el uso de este color, varios fabricantes lo emplean para indicar capacidades de carga superiores o modos de alimentación especiales.
“Cerca del 65% de los usuarios desconoce que estos puertos pueden seguir entregando energía aun cuando la laptop está apagada o en suspensión”, explica Patricia Paulet, subdirectora de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
Este tipo de puerto suele estar asociado a tecnologías de carga rápida o a sistemas propios de cada fabricante, diseñados para recuperar batería en menos tiempo. A diferencia de los puertos USB convencionales, que priorizan la transferencia de datos, los conectores marcados en naranja destacan por su capacidad para administrar un mayor nivel de energía según la compatibilidad del dispositivo conectado.
¿Para qué funciona el puerto naranja?
En escenarios cotidianos, esta característica representa una ventaja considerable: permite cargar un celular antes de salir de casa, alimentar accesorios sin necesidad de encender la laptop o mantener dispositivos pequeños operativos durante más tiempo. Por ello, su presencia se ha vuelto frecuente en equipos portátiles de gama media y alta.
Si bien el color no forma parte de una regulación oficial, funciona como una guía visual que facilita reconocer qué puertos ofrecen funciones avanzadas. Algunas marcas lo utilizan para indicar que el conector mantiene energía permanente, mientras que otras lo señalan como un indicador de carga acelerada. En ambos casos, la intención es mejorar la experiencia del usuario sin obligarlo a revisar ajustes técnicos.
Conviene recordar que los puertos USB pueden variar ampliamente en voltaje, amperaje y capacidad de transferencia de datos. Un puerto optimizado para carga rápida puede entregar más energía sin comprometer la seguridad, siempre que se respeten las condiciones de compatibilidad. Por ello, elegir correctamente el puerto puede marcar una diferencia en la velocidad de carga o en el rendimiento final del equipo conectado.
El uso de colores también ayuda a reducir errores frecuentes, como conectar un dispositivo de alta demanda energética en un puerto básico o intentar cargar un accesorio en un conector que solo transmite datos. Esta diferenciación visual se ha convertido en una herramienta útil para los usuarios que manejan varios periféricos a la vez.
En laptops modernas, es común que ciertos puertos estén diseñados exclusivamente para entregar mayor potencia, mientras que otros se especializan en datos o funciones mixtas. Identificarlos permite aprovechar mejor las capacidades del hardware, especialmente en entornos de trabajo donde varios dispositivos deben operar simultáneamente.
No obstante, no todos los equipos incorporan esta codificación por color. Algunos fabricantes prefieren iconos, etiquetas o información técnica en el manual. Por ello, es recomendable revisar las especificaciones del modelo para confirmar qué tipo de puertos incluye y qué funciones adicionales ofrece cada uno.
“La implementación de puertos diferenciados ha permitido que alrededor del 40% de usuarios mejore la gestión de energía de sus equipos portátiles, especialmente en entornos de estudio y teletrabajo”, añade Paulet.
En una época en la que la conectividad es fundamental, comprender qué significa cada tipo de puerto USB puede optimizar el rendimiento del equipo y evitar contratiempos. Aunque el color naranja no es un estándar global, su presencia es una señal clara de que el puerto ofrece más de lo habitual y puede convertirse en un recurso clave para una carga más eficiente y práctica.