Jueves, 11 de Diciembre del 2025
Lima, 11 de Diciembre del 2025.- Cada vez más sectores del Perú miran hacia el Voto Digital como una alternativa viable para llevar a cabo elecciones seguras, accesibles y modernas. La propuesta de sufragar mediante plataformas electrónicas para las elecciones 2026, abre una ventana para repensar no solo los comicios nacionales, sino también los procesos internos de gremios, asociaciones, colegios profesionales y organizaciones privadas.
El interés de la población por alternativas modernas ya es claro. Un estudio realizado por la ONPE señala que aproximadamente el 65% de los peruanos está dispuesto a utilizar el voto electrónico en procesos electorales a gran escala. Esta cifra confirma no solo la apertura social hacia la tecnología, sino también la confianza en sistemas que permitan votar desde cualquier dispositivo conectado a internet, reduciendo tiempos de espera, costos logísticos y riesgos de error humano. Así, la preferencia ciudadana se convierte en una señal importante de que el país está preparado para dar un paso más firme hacia la digitalización del sufragio.
“En el contexto peruano, el uso de herramientas tecnológicas se ha extendido a diversos ámbitos, incluidos los relacionados con los procesos democráticos. En este escenario, las modalidades digitales de participación electoral se plantean como opciones prácticas y alineadas con las formas actuales de interacción digital”, agregó Felipe Lorca, Gerente General de EVoting, empresa que cuenta con 13 años de experiencia en votaciones electrónicas.
La votación digital puede ofrecer beneficios clave como eficiencia y rapidez, ya que el conteo es automático y elimina errores de escrutinio, reduciendo considerablemente el tiempo para obtener resultados oficiales. A esto se suma un ahorro importante en logística: no se requieren papeletas impresas, personal de mesa, alquiler de locales ni transporte de urnas, lo que disminuye costos y simplifica la organización de cualquier proceso electoral.
Además, impulsa la inclusión y la participación al permitir que ciudadanos con limitaciones de movilidad, que viven en zonas alejadas o que residen en el extranjero puedan votar sin barreras geográficas. También minimiza riesgos asociados al manejo físico de papeletas y reduce la posibilidad de votos inválidos o errores humanos.
“Adoptar la digitalización en los procesos electorales no sólo resolvería retos actuales, sino que abriría la puerta a un ecosistema democrático más moderno, accesible y alineado con los estándares internacionales. Además, la implementación sostenida de tecnologías digitales permite que las personas se adapten a la innovación y confíen en estos nuevos sistemas”, concluyó Lorca.
