Domingo, 28 de Abril del 2024 
Ubicada en Bruselas, Bélgica, la piscina bautizada “Nemo 33” en honor al capitán de la famosa novela de Julio Verne, Veinte mil leguas de viaje submarino, posee 34,5 metros de profundidad.
Tiene una capacidad de 2500 m3 de agua a una temperatura entre 30 °C a 33 °C que es calentada mediante paneles solares.
Nemo 33 fue concebido y diseñado por John Beernaerts, un ingeniero civil e instructor de buceo. El proyecto Nemo 33 necesitó ocho años de trabajo para que viese la luz: cinco de diseño para solventar todos los problemas tecnológicos, y tres de construcción, buscando siempre la optimización de recursos y la sostenibilidad medioambiental de toda la instalación. El arquitecto Sebastian Moreno-Vacca fue el encargado de dar forma arquitectónica definitiva al proyecto de Beernaerts.
Se trata de una estructura sumergida con pisos planos con diferentes profundidades; dos grandes plataformas están dispuestas a 5 y 10 metros, respectivamente. Además, hay un foso circular que alcanza los 33 metros de hondo y tres salas presurizadas con aire renovado constantemente.
La arquitectura de Nemo 33 es ideal para quienes quieran aprender e incluso mejorar sus técnicas de buceo, o para quienes prefieren aprovechar la oportunidad de degustar comida tailandesa en la terraza de la piscina, o en su restaurante con 7 ventanales, desde los cuales se observa el interior de la fosa.
Foto: Wikipedia
