Viernes, 29 de Marzo del 2024
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“Fundamentalismos”

Publicado el 08/06/11

LIMA – El Reino Unido se propaga a sí mismo como uno de los pilares que está luchando contra el “fundamentalismo islámico” y que está democratizando al mundo.

Hoy el planeta ha estado viendo la boda del heredero al trono de dicho país. Sin embargo, si uno ve con detenimiento lo que pasa en las nupcias reales comprenderá que la realidad es más compleja y que elementos de fundamentalismo religioso también existen dentro de quienes hoy se enfrentan a Al Qaeda, a los talibanes y a nacionalistas musulmanes como Hussein o Gadafi.

William y Kate se han casado en la abadía y no en la catedral de Westminster. La primera es una gran iglesia anglicana y la segunda es católica. Cualquier persona que se declare seguidora del Papa nunca podrá acceder al trono británico, el cual, a su vez, implica ser la cabeza de la Iglesia anglicana.

Esta última es la Iglesia que más compitió con la de Roma por la evangelización del resto del mundo fuera del este europeo y del oeste asiático. El anglicanismo se impuso en Gran Bretaña hace 4 siglos reprimiendo duramente a los católicos.

Mientras en Occidente se cuestiona a Irán por ser una república donde los ayatolas tienen mucho poder o a Gadafi y Hussein por su nacionalismo pan-musulmán, el jefe de Estado del Reino Unido, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, Jamaica y otros 11 países regidos por los Windsor, sólo puede ser la figura suprema heredada y vitalicia de la Iglesia de Inglaterra.

Mientras un Papa puede provenir de cualquier nacionalidad y es electo en un concilio y su Estado (el Vaticano) es el más chico en área del planeta, la cabeza del anglicanismo siempre ha sido un británico que herede la corona de su fundador Enrique VIII, el mismo cuyo reinado se da en 16 países que suman un territorio mayor que el de cualquier Estado del mundo.

Mientras todos los reyes o gobernantes católicos, evangélicos y ortodoxos aceptan la autoridad de sus respectivas iglesias, en Londres el o la monarca está por encima del clero anglicano.

Mientras muchos en Occidente muestran su disgusto cuando un país musulmán tiene emblemas con símbolos religiosos (como la media luna) toda la parafernalia oficial británica se cimenta en cruces.

La bandera de ese país se basa en la yuxtaposición de tres cruces, las mismas que son, a su vez, los símbolos y estandartes de Inglaterra, Escocia e Irlanda. El lema británico es “dios salve a la reina”.

No obstante, el fundamentalismo religioso británico no se percibe tanto debido a que éste tiene un carácter más tolerante. El anglicanismo permite varias fracciones (es incluso la única gran iglesia que acepta sacerdotes y casamientos gays) y en Gran Bretaña uno puede encontrar literalmente miles de cultos diferentes, todos ellos, al igual que los ateos, gozando de plenas libertades.

La corona británica tiene la habilidad de aceptar elecciones y alternancia en los gobiernos, pues mantiene el poder final en sus manos. Esto lo demostró, por ejemplo, en 1975 cuando Elizabeth II depuso al primer ministro laborista electo de Australia Gough Whitlam



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