Domingo, 1 de Septiembre del 2024
Una exhortación a los miembros de la Policía Nacional del Perú para que realicen un “trabajo redoblado” en favor de la seguridad ciudadana, y a los jueces y fiscales a fin de que se pongan “del lado de la sanción” contra los delincuentes, hizo hoy el presidente Alan García, al promulgar dos leyes que permitirán enfrentar la criminalidad en el país.
Al suscribir dichas normas en la sede de la Séptima Región Policial, el mandatario también dispuso “cortar quirúrgicamente” por la mitad el número de efectivos que prestan seguridad a los funcionarios públicos, a fin de que salgan a las calles a devolver la tranquilidad a la población.
“Si tenemos que comenzar por el presidente de la República, aquí hago renuncia a cualquier seguridad y a cualquier asistencia uniformada, el último de los uniformados que me acompañe salga a las calles a defender a la población, yo sabré defenderme a mí mismo”, expresó en el acto que contó con la presencia del ministro del Interior y altos mandos policiales.
Dijo que ha llegado el momento en que la Policía, en los meses que restan al Gobierno, y preparando la llegada del próximo para facilitar su trabajo, dedique todo el tiempo posible a reforzar la seguridad ciudadana en las calles de la ciudad.
“Y, al igual que aquí, en todas las capitales y en todas las provincias de nuestro país, demostremos porqué somos funcionarios públicos, por qué somos policías y cuál es nuestro compromiso al haber adoptado y aceptado una carrera y ser retribuidos por el pueblo. Nunca es tarde para hacer un esfuerzo supremo”, aseveró.
Por último, García Pérez señaló que es momento de pensar en la reconversión hacia una Policía permanente, cuyos efectivos trabajen ocho horas diarias.
“Debemos ir pensando en reconvertir a nuestra Policía en una Policía permanente, no una Policía de un día sí, un día no. Esa no es una Policía que dé respaldo y confianza a la población. Eso cuesta, pero comencemos con un porcentaje.”
Para el Mandatario, la propuesta de un aumento progresivo de salario en cinco años debe aplicarse para motivar el retorno al régimen de ocho horas diarias y todos los días, y aquellos que opten por esto puedan recibir el incremento “desde ahora”.
“La gente quiere ver a su viejo policía en las calles, como lo vimos mucho antes, en los años de 1960 y 70, cuando veíamos la vigilancia, el patrullaje a pie, el paso del vehículo que nos daba alguna seguridad.”
