El dinamismo de este segmento responde a una mayor oferta de modelos por parte de las concesionarias, así como al creciente interés de los consumidores por opciones más sostenibles y con menores costos operativos. “Cada vez más peruanos valoran los beneficios de los vehículos electrificados, no solo por su menor impacto ambiental, sino también por su eficiencia”, sostuvo el ejecutivo de la AAP.
Sin embargo, Morisaki advirtió que aún queda mucho por avanzar: «A pesar del crecimiento, el mercado sigue siendo pequeño. Hoy, los vehículos electrificados representan solo el 3,9% del total de ventas en el país». En comparación, Colombia vendió más de 14.900 unidades en el mismo período, con una penetración del 30%.
«La diferencia está en el rol del Estado. En Colombia, el gobierno ha asumido un liderazgo claro con incentivos tributarios y una estrategia enfocada en impulsar la electromovilidad. En Perú necesitamos similares que permitan facilitar el acceso a estos vehículos y todos aprovechen los beneficios que representan para los ciudadanos y el medio ambiente», puntualizó.