Lunes, 29 de Abril del 2024
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Incrementan las Infecciones Respiratorias

Publicado el 24/07/23
  • Último reporte del MINSA registró 1812 casos positivos de influenza.
  • Los virus asociados a la gripe circulan permanentemente, especialmente durante los cambios de estación.

Perú, 24 de Julio del 2023.- La Gripe, también conocida como Influenza, es una Enfermedad Viral Respiratoria que afecta a millones de personas en todo el mundo anualmente. Esta afección es causada por diferentes tipos de virus de la influenza: A, B y C, los cuales tienen la capacidad de mutar con el tiempo y propagarse mediante el contacto con las secreciones respiratorias de personas infectadas.

Cada año, un número alarmante de personas se contagia de esta enfermedad a nivel mundial. Se estima que alrededor de mil millones[1] de individuos la contraen, y desafortunadamente, entre 3 y 5 millones de ellos experimentan complicaciones graves.

En el Perú, el Instituto Nacional de Salud (INS) recientemente alertó sobre un incremento de las infecciones respiratorias e identificó el virus de la influenza como la principal causa de este problema. Para finales de junio de este año, se identificaron 1812 casos positivos[2]. Según la doctora Melissa Kallmann, directora médica de la División del Cuidado de la Salud del Consumidor de Bayer en Países Andinos, los virus asociados a la gripe circulan permanentemente, especialmente durante los cambios de estación, lo que destaca períodos de actividad viral múltiple.

Dado el riesgo que representa esta enfermedad, explicó que la gripe y el resfriado son enfermedades respiratorias comunes, pero presentan algunas diferencias clave. La gripe, causada por el virus de la influenza, tiende a ser más grave y tiene un inicio más rápido en comparación con el resfriado común, que es causado por diferentes tipos de virus. Los síntomas de la gripe suelen incluir fiebre alta, dolores musculares, cansancio extremo y tos intensa. Por otro lado, el resfriado generalmente se manifiesta con síntomas más leves, como congestión nasal, estornudos, dolor de garganta y tos leve.

Además, es importante tener en cuenta que la gripe puede dar lugar a complicaciones graves, como neumonía, especialmente en personas con sistemas inmunológicos debilitados o grupos de alto riesgo, mientras que el resfriado rara vez provoca complicaciones graves.

Se estima que los adultos suelen experimentar entre dos y cuatro episodios de resfriado al año[3], mientras que los niños pueden llegar a contraer entre seis y diez. A pesar de su alta prevalencia, el desarrollo de una cura definitiva es un desafío debido a la gran cantidad de cepas virales y su constante mutación, lo que dificulta la búsqueda de una vacuna universalmente efectiva capaz de combatir todas las cepas. Por otro lado, la gripe se caracteriza por la presencia de cuatro tipos principales de virus. Esto ha permitido el desarrollo de vacunas adaptadas que se actualizan cada año para abordar las cepas de influenza más prevalentes y emergentes.

No bajar la guardia

Lamentablemente, tras un periodo de pandemia, es preocupante observar que la población ha relajado las medidas preventivas necesarias para evitar el contagio. “A medida que el miedo y la urgencia disminuyen, las personas pueden comenzar a relajarse en términos de precauciones, lo que aumenta el riesgo de propagación de enfermedades respiratorias”, explicó la Dra. Kallmann.

Además, advirtió que el hecho de que estemos experimentando un invierno menos frío debido al Fenómeno del Niño, está generando una falsa sensación de seguridad. Las personas podrían creer erróneamente que la menor incidencia de temperaturas bajas significa un menor riesgo de contraer enfermedades respiratorias. Sin embargo, es importante recordar que la influenza no se limita únicamente a los períodos de clima frío y puede propagarse en cualquier momento. La Dra. Kallmann aclaró: “El frío puede actuar como un factor coadyuvante, que potencialice algunos síntomas, pero no es causal”.

Mantener los buenos hábitos de autocuidado, todos los días y en todo momento, es una herramienta con la que cuentan las personas para prevenir enfermedades como la gripe. Tener hábitos de higiene como el lavado de manos y de los alimentos antes de consumirlos, realizar actividad física, evitar actividades de riesgo, como lo es el fumar, y tener una dieta balanceada, rica en nutrientes, a la que se puede adicionar suplementos que contengan vitamina C, D y zinc, para entregarle al cuerpo, son herramientas que puedan aportar a mantener fuerte el sistema inmune.

Tratamientos

El tratamiento de la gripe se enfoca en reducir los síntomas y ayudar al cuerpo a combatir la infección. Los medicamentos antigripales pueden ser de gran ayuda debido a que su combinación de componentes los convierte en una fórmula efectiva para reducir la duración y la gravedad de los síntomas.

Si bien existen diversos tratamientos disponibles, es importante que las personas utilicen medicamentos con una fórmula multisíntomas para el alivio rápido y efectivo de los síntomas de la gripe y tos, que contengan, paracetamol para controlar el malestar general y la fiebre, dextrometorfano para aliviar la tos persistente y la fenilefrina para reducir la congestión nasal. No obstante, siempre se recomienda buscar el consejo de un profesional médico para garantizar el uso seguro y adecuado de estos medicamentos, teniendo en cuenta las circunstancias individuales de cada persona.

“Es fundamental buscar un tratamiento adecuado que proporcione alivio rápido y seguro”, afirmó la Dra. Kallmann. “La combinación de los componentes mencionados puede ayudar a reducir el malestar y permitir que las personas continúen disfrutando de sus actividades cotidianas sin interrupciones”.

 



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