Apple prácticamente no informó sobre la situación de Jobs al anunciar el lunes su decisión de ausentarse temporalmente del trabajo. El ejecutivo sólo indicó que se pidió una baja médica para poder «centrarse en su salud».
«Quiero muchísimo a Apple y espero estar de vuelta tan pronto como pueda», indicó Jobs. En 2009 había superado un cáncer de páncreas que lo obligó a someterse a un trasplante de hígado.
La firma es conocida por su obsesión por la confidencialidad, especialmente cuando planean lanzar nuevos productos al mercado. Pero esta vez, el hermetismo se extendió a la salud de su fundador, hecho que provoca temor en las bolsas.
Los papeles de la empresa caían el martes un 6% en la apertura.
«Steve Jobs es el alma de Apple», publica el diario El País. «Por eso, la primera reacción del mercado ante la nueva baja médica de Jobs fue de miedo, esto es, de ventas», informa el periódico español.
El mismo día del anuncio de su baja médica, en el mercado alemán, en el que Apple cotiza sin mucha liquidez, las acciones del gigante tecnológico cayeron un 8%, lo que en términos absolutos implicó una pérdida de valor de unos 26 mil millones de dólares.
«Creemos que el anuncio de retiro de Steve Jobs es negativo, ya que es el segundo que realiza en dos años y esta vez no parece haber una fecha de su regreso», indicó la firma de análisis Barclays Capital.