Sin duda una situación poco común se vivió en un partido universitario de Estados Unidos cuando el asistente recibió un pelotazo en la cabeza y al caer, perdió la peluca.
Los árbitros auxiliares pasan desapercibidos la mayoría de los encuentros a menos que suceda algo extraordinario, como caer y pasar la vergüenza de perder el cabello.
En el video se ve cómo los jugadores de ambos equipos acuden a ayudar al oficial que quedó tendido en la cancha pero tampoco aguantaron la risa.