Lima, 10 de Noviembre del 2025.-Hoy en día, los teléfonos inteligentes acompañan a las personas en todo momento, incluso en la playa, la piscina o durante actividades al aire libre. Por ello, los fabricantes han desarrollado tecnologías cada vez más avanzadas para proteger los dispositivos del contacto con el agua y el polvo. Sin embargo, muchos usuarios aún desconocen qué tan resistente es realmente su celular.
“En 2025 más del 73% de los teléfonos inteligentes recién lanzados a nivel global cuentan con clasificación IP67 o superior para resistencia al agua, lo que demuestra que los fabricantes están respondiendo al aumento del uso en ambientes húmedos o acuáticos”, explicó Patricia Paulet, subdirectora de las facultades de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
La clasificación IP (Ingress Protection) es un estándar internacional que mide la protección de un dispositivo frente a la entrada de polvo y agua. Esta se representa mediante dos dígitos: el primero indica el nivel de protección contra partículas sólidas, mientras que el segundo señala el grado de resistencia ante líquidos.
Conocer esta clasificación es importante para evitar errores comunes, como sumergir un celular no apto o exponerlo a presiones excesivas de agua.
La forma más sencilla de comprobarlo es revisar el manual del usuario o la página web del fabricante. Si el equipo cuenta con una clasificación IP67 o superior, significa que puede resistir inmersiones breves —hasta 30 minutos a un metro de profundidad—. En cambio, los celulares con IP68 pueden sumergirse hasta 1,5 metros sin sufrir daños.
“Aunque un 58% de los usuarios cree que su móvil es “a prueba de agua”, solo alrededor del 45% de los modelos con IP68 mantienen dicha resistencia tras dos años de uso, lo que indica una caída significativa en la protección real con el tiempo”, precisó Paulet.
Los teléfonos pueden sufrir daños si se exponen a chorros de alta presión, temperaturas elevadas o sustancias corrosivas. Además, siempre se debe comprobar que los puertos estén bien cerrados antes de cualquier contacto con el agua.
También es importante recordar que la mayoría de fabricantes no cubre daños por líquidos en sus garantías, incluso si el modelo tiene una clasificación IP elevada.
Cuidar tu smartphone implica conocer sus límites. Saber interpretar la clasificación IP puede marcar la diferencia entre conservar tu equipo por años o perderlo en segundos por un simple descuido.
