
Lima, 11 de Noviembre del 2025.- La minerÃa de aguas profundas surge como alternativa para obtener metales crÃticos, impulsada por la tecnologÃa. Sin embargo, plantea serios riesgos ecológicos para los ecosistemas marinos.
MinerÃa de aguas profundas: avances tecnológicos y dilemas ambientales
La minerÃa de aguas profundas se ha posicionado como una de las fronteras más disruptivas de la industria extractiva moderna. Impulsada por la creciente demanda global de metales crÃticos como el cobalto, el nÃquel, el cobre y las tierras raras —fundamentales para la transición energética y la fabricación de baterÃas, turbinas eólicas y vehÃculos eléctricos—, esta actividad promete acceder a recursos minerales ubicados a más de 4,000 metros bajo el nivel del mar.
Los avances tecnológicos han permitido materializar un concepto que hasta hace pocos años parecÃa inviable. Empresas y consorcios internacionales desarrollan robots submarinos, sistemas de perforación controlados remotamente y vehÃculos autónomos capaces de operar en condiciones extremas de presión, oscuridad y temperatura. Estas herramientas, junto con sensores y sistemas de monitoreo en tiempo real, han convertido la minerÃa submarina en un escenario viable desde el punto de vista técnico.
Sin embargo, el auge de esta nueva minerÃa plantea dilemas ambientales de enorme magnitud. Los ecosistemas de las profundidades marinas son aún poco conocidos y albergan formas de vida únicas que podrÃan verse afectadas por la remoción de sedimentos, el ruido y la liberación de metales pesados. Diversos organismos cientÃficos advierten que las consecuencias ecológicas podrÃan ser irreversibles, afectando tanto la biodiversidad como los ciclos biogeoquÃmicos oceánicos.
A nivel regulatorio, la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos (ISA) trabaja en el desarrollo de un marco normativo para la exploración y explotación responsable de los recursos submarinos. No obstante, la presión por acceder a los minerales necesarios para la descarbonización global acelera la discusión sobre hasta qué punto la minerÃa de aguas profundas puede considerarse sostenible.
El debate entre innovación tecnológica y protección ambiental continúa abierto. Mientras algunos paÃses y corporaciones apuestan por su desarrollo como respuesta a la demanda de materiales estratégicos, otros exigen una moratoria global que permita evaluar con mayor rigor los impactos ecológicos. En este contexto, la minerÃa de aguas profundas representa tanto una promesa de abastecimiento para la economÃa verde como un desafÃo ético y ambiental de escala planetaria.
Fuente: TecnologÃa Minera