El coronavirus se propaga con rapidez en Estados Unidos, el paÃs con más casos del mundo, donde este lunes se superaban con creces los 150.000 contagios y el número de fallecidos se acercaba a los 3.000. En la vÃspera el presidente del paÃs, Donald Trump, anunciaba que las directivas de la Casa Blanca sobre distanciamiento fÃsico se ampliaban otras dos semanas, hasta el 16 de abril, en un nuevo cambio de rumbo de su gestión de la crisis. La semana pasada dijo que revisarÃa esas directrices con la intención de poner «en marcha» al paÃs lo antes posible para evitar el impacto económico y llegó a decir que el domingo de Pascua, el 12 de abril, «las iglesias estarán llenas».
La realidad de la epidemia, sin embargo, es tozuda, y el coronavirus gana terreno en medio de la actuación descoordinada y disfuncional de las diferentes administraciones de EE.UU. Florida, que optó al principio de la crisis por medidas laxas para contener a la epidemia, ordenó el confinamiento en varios condados del sureste del estado, incluida su principal ciudad, Miami. Ya son 30 los estados que han impuesto órdenes de este tipo, aunque en la mayorÃa de los casos los ciudadanos pueden salir a la calle a pasear y a hacer ejercicios si cumplen con el distanciamiento fÃsico.
Nueva York, el centro de la epidemia
Es el caso de Nueva York, el peor foco del paÃs, con cerca de 70.000 contagios y más de 1.200 muertes, y donde el colapso sanitario empieza a sentirse. Este lunes llegó el buque-hospital de la Armada a los muelles de la ciudad, donde hay cuatro grandes hospitales temporales en preparación -concedidos por Trump a través de la agencia de gestión de emergencias- y donde se ha instalado un hospital de campaña en Central Park.