Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cerca de 325 millones de personas padecen de hepatitis B. Esta enfermedad que afecta al hígado y es causada por un virus llamado VHB, ocasiona anualmente la muerte de alrededor de 900 mil personas, según el Ministerio de Salud (MINSA). La mayoría de muertes se debe a complicaciones como la cirrosis y   tumores generados en el propio hígado.

La hepatitis B se puede presentar en dos formas: “una forma aguda y una forma crónica. La primera es la que se presenta al tener el contagio inicial con el virus; la segunda se refiere a la persistencia del virus en el cuerpo, luego de pasados los seis meses de la infección inicial”, afirmó la coordinadora del servicio de gastroenterología del hospital Alberto Barton, Rosario Mayorga.

Según la especialista, en el primer cuadro se produce una inflamación crónica en el hígado que puede, de forma silenciosa, progresar a cirrosis hepática o generar un tumor del hígado. A su vez, la etapa crónica se manifiesta con síntomas generales como fiebre, pérdida del apetito, malestar general y luego aparece coloración amarillenta de la piel y mucosas, aunque en algunos casos puede ser asintomática.

El Perú está ubicado entre los países en los que la hepatitis B incide de manera intermedia. La prevalencia varía según la región (y aún dentro de ellas en los distintos poblados), en la costa fluctúa entre 1 y 3.5%; mientras que, en la sierra la prevalencia es baja en las localidades de la vertiente occidental de los Andes y de media alta e algunos valles interandinos de Huanta y Abancay, donde llega a ser de 7%. En la selva va de 2.5% en población de Iquitos y llega a 20% en población nativa.

¿Cómo se transmite la enfermedad?

La Dra. Mayorga señala que el contagio más frecuente es por contacto con sangre o líquidos corporales de personas contaminadas, perinatal, sexual, inyecciones y transfusiones de sangre contaminada. “Si se detecta una persona con esta enfermedad, debe acudir a un establecimiento de salud. En el complejo Alberto Barton, además de  vacunar a nuestros pacientes de acuerdo a las normas que propone el MINSA, hacemos un seguimiento en el Programa de Crecimiento y Desarrollo del Policlínico”, recalcó.

Prevención

La mejor forma de prevenir esta enfermedad es con la vacunación, que tiene una respuesta superior al 95%, asegura la Dra. Mayorga. “No hay un tratamiento específico para la etapa aguda de la enfermedad. Consiste en medidas generales: reposo, hidratación adecuada, nutrición balanceada.  En el caso de la hepatitis crónica existen medicamentos antivirales disponibles con los que se logra el control de la infección”, explicó.