El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) recortó este jueves su tasa de interés de referencia a un nuevo mÃnimo de 0.25% para respaldar a la economÃa británica amenazada por la decisión del Reino Unido de abandonar la Unión Europea (UE).
La medida, adoptada por unanimidad de los nueve miembros del Comité de PolÃtica Monetaria (CPM) del BoE, coincide con las previsiones de la gran mayorÃa de analistas e inversores.
El recorte, de 0.25 puntos porcentuales, es el primero desde marzo del 2009, cuando el BoE bajó la tasa a 0.50% para sacar al paÃs de la recesión en medio de la crisis económica y financiera mundial.
El BoE dio a entender, además, que podrÃa reducir la tasa a cero, si fuera necesario para responder a una situación “de considerable incertidumbre”.
El Banco de Inglaterra también aprobó un paquete de estÃmulos por un monto total de 170,000 millones de libras (227,000 millones de dólares o 200,000 millones de euros), con cuantiosas facilidades de fondos para los bancos.
El paquete incluye un incremento de 60,000 millones de libras del programa de compra de obligaciones del Estado (que llegará a 435,000 millones de libras para el conjunto de los próximos seis meses) y destina otros 10,000 millones a la adquisición de obligaciones corporativas.
Evitar la recesiónÂ
La flexibilización monetaria se propone apuntalar un crecimiento que será “claramente más débil” de lo esperado a causa del Brexit, pero que no será de recesión, aseguró el BoE, que redujo de 2.3% a 0.8% su previsión de aumento del PBI británico en 2017.
Los británicos se pronunciaron en el referéndum del 23 de junio a favor de la salida de la UE.
El resultado tomó desprevenidos a los grandes operadores económicos, que habÃan apoyado en su gran mayorÃa la permanencia en el bloque.
“Las perspectivas económicas se modificaron marcadamente” y las medidas adoptadas son “coherentes con los riesgos que el MPC veÃa antes del voto”, explicó el jueves el gobernador del BoE, Mark Carney.
“Vivimos un periodo de considerable incertidumbre”, recalcó.
Bajo presiónÂ
Varios indicadores -como el frenazo del mercado inmobiliario- confirmaron en las últimas semanas los temores de una ralentización de la actividad.
La libra se depreció cerca de un 10%, encareciendo los costos de los viajes al exterior y amenazando con aumentar el costo de las importaciones.
La presión sobre el BoE aumentó además por el hecho de que el nuevo ministro de Finanzas, Philip Hammond, excluyera cualquier iniciativa gubernamental de reactivación económica hasta el próximo otoño boreal.
La posibilidad de un derrumbe de los mercados parece haberse alejado, a pesar de la depreciación de la libra esterlina.
El Ãndice Footsie 100 de la Bolsa de Londres subÃa por la tarde cerca de un 1.50%, aunque la libra retrocedÃa frente al dólar.
“Los anuncios de hoy representan una flexibilización considerable de polÃtica [monetaria] y subrayan el compromiso del banco central para hacer cuanto pueda para respaldar la confianza en la economÃa y en los mercados financieros”, afirmó el jefe economista de Lloyds Bank Commercial Banking, Adam Chester.
(FIN) AFP/MVM/JJN