La Unión Europea (UE) observa con “inquietud” la instauración del estado de emergencia en Turquía, indicaron este jueves la responsable de la diplomacia de la UE, Federica Mogherini, y el comisario europeo para la Ampliación, Johannes Hahn.
“Seguimos los acontecimientos relacionados con el estado de emergencia que declaró Turquía después del intento de golpe de Estado, condenado por la UE, muy de cerca y con inquietud”, declararon los dos responsables europeos en un comunicado conjunto.
“Esta declaración se produce después de las recientes decisiones inaceptables en relación con la enseñanza, la justicia y los medios de comunicación”, añadieron.
“Instamos a las autoridades turcas a respetar en toda circunstancia el estado de derecho, los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluyendo el derecho de cada uno a un proceso equitativo”, añaden Mogherini y Hahn.
Hasta el momento, 10.410 personas permanecen detenidas y 4.060 han sido encarceladas, según el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.
El comisario y la alta representante de la diplomacia europea también subrayan que Erdogan aseguró que la instauración del estado de emergencia, por primera vez desde 2002, no afectaría de ningún modo a la democracia en el país, donde la purga sigue siendo intensa una semana después del golpe fallido.
Cerca de 60.000 personas, sobre todo militares, magistrados o profesores, fueron detenidas, suspendidas o despedidas en pocos días, según un recuento de la AFP.
En estado de emergencia, medida que entró en vigor este jueves, Turquía va a derogar la Convención Europea de Derechos Humanos (CEDH), declaró el portavoz gubernamental, Numan Kurtulmus, y alegó que Francia hizo lo propio tras los atentados de París de noviembre de 2015.
El artículo 15 de esta Convención reconoce a los gobiernos “en circunstancias excepcionales” la facultad de derogar “de forma temporal, limitada y controlada” ciertos derechos y libertades garantizados en la misma. Este movimiento protege a Ankara contra eventuales condenas de la CEDH.
El estado de emergencia, que no había sido decretado desde hacía 15 años, fue aprobado con 346 votos a favor y 115 en contra por el parlamento turco. Estará en vigor durante tres meses y supondrá, principalmente, restricciones en la libertad de manifestación y de circulación.
El gobierno turco rebajó considerablemente el balance de víctimas durante la noche del golpe fallido, reduciendo la cifra de muertos en el bando rebelde de 104 a 24. En total habrían muerto 265 personas, según Kurtulmus.
(FIN) AFP/ INT
