Nadie los esperaba en la fiesta. Mucho menos los imaginaban protagonistas en la última semana del torneo, sentados a la mesa de los tres mejores. Ni siquiera sus propios hinchas confiaban en lo que podía hacer el recién llegado Ricardo Gareca a la dirección técnica. Pero Perú sorprendió a todos y se subió con mucha dignidad al podio de la Copa América Chile 2015. Razones y argumentos de la gran revelación del certamen.

La contratación del Tigre Gareca provocó mucho más que murmullos en todo Perú. Que su nula experiencia a nivel de Selecciones no era lo que necesitaba la Bicolor; que su desconocimiento del fútbol peruano no iba a hacer más que demorar la recuperación del seleccionado incaico; que no tenía el perfil para hacerse cargo de jugadores como Paolo Guerrero o Claudio Pizarro.

Pero rápidamente, la performance del equipo llamó hasta a los más escépticos a revisar sus palabras. En el debut en el torneo de selecciones más antiguo del mundo, Perú se le plantó de igual a igual a Brasil y casi le saca un empate, si no fuera por la genialidad de Neymar para asistir a Douglas Costa en el segundo minuto de adición.

En el segundo partido no brilló técnicamente, pero la expulsión temprana de Amorebieta dejó muy mal parado a Venezuela y los de Gareca se adueñaron del partido: en total, tuvieron la pelota un 67,4% del tiempo y remataron 12 veces contra apenas dos disparos de los caribeños. Pizarro, con toda su experiencia, terminó dándole el triunfo.

En el cierre de la fase de grupos, llegó Colombia y a pesar de no jugar bien le alcanzó para empatar sin goles y asegurarse el pase a los cuartos de final en el segundo puesto. Bolivia fue quien debió sufrir el despertar del goleador Paolo Guerrero, que con un triplete aplastó a los bolivianos y quedó a solo dos gritos del máximo artillero de la historia peruana, Teófilo Cubillas.

Las críticas se convirtieron en halagos y el pesimismo en un esperanzado optimismo con la ilusión de hacer historia ante el dueño de casa en el Clásico del Pacífico. Perú demostró, aquella noche en el Estadio Nacional de Santiago, tener muchas más armas que las que se le suponen a la cenicienta del torneo. Y a pesar de quedarse con un jugador menos por la expulsión de Zambrano, asustó a todo un país al empatar el partido y dominó la pelota incluso en la adversidad. Lamentablemente para la Bicolor, un zapatazo de otro partido que Vargas clavó en el ángulo apagó el sueño.

Finalmente, el triunfo ante Paraguay fue el premio consuelo para un grupo que en la previa ni soñaba con semejante actuación.

Con un equipo de experimentados jugadores que, en muchos casos, están jugando sus últimas cartas como seleccionados peruanos, el equipo de Gareca recibió apenas cinco goles en seis partidos; tuvo al -hasta aquí compartido con Vargas- goleador del torneo, Paolo Guerrero, que además fue uno de los que más disparó al arco en el certamen.

Lobatón y Ballón demostraron que tienen el equilibrio necesario para un equipo en formación. Advíncula se mostró como uno de los laterales de mayor proyección y el equipo encontró en Christian Cueva a uno de los más talentosos mediocampistas para reconstruir a la Selección. Farfán superó sus problemas físicos y Pizarro hasta le regaló un triunfo.

Lejos de querer exaltar su actuación, las señales mostradas por el equipo en Chile 2015 son más que positivas de cara a un recambio que Perú viene exigiendo hace tiempo. Gareca sabe de proyectos a largo plazo. Al parecer, fue saludable su llegada a la Bicolor con un comienzo que pocos arriesgaban a cotizar en alza.