Los cuerpos de tres buscadores de tesoros que quedaron sepultados el domingo en Paraguay tras desmoronarse una profunda excavación que realizaron, fueron encontrados a 45 metros de la superficie en una propiedad de las afueras de Asunción, informó el martes la policÃa.
Los cuerpos fueron encontrados en Areguá, a 30 km de la capital paraguaya, por los bomberos que tuvieron que usar retroexcavadoras para esta difÃcil operación de rescate, dijo la policÃa que identificó a las vÃctimas como Eugenio Aquino (64), Arnulfo Acosta (52) y Fernando MartÃnez (28).
Las tres personas estaban seguras de que encontrarÃan metales preciosos en ese lugar, con el apoyo de supuestos de datos de rastreo satelital.
“En menos de dos años ellos realizaron más de cinco excavaciones, cuatro en el predio y uno dentro de las habitaciones de los que viven en el lugar”, dijo a la prensa el comisario de Areguá, Eduardo Pereira.
De acuerdo a la versión de la policÃa, los buscadores de tesoros habÃan dicho que contaban con “apoyo financiero de un capitalista brasileño”.
Los buscadores se disponÃan a probar un detector que adquirieron, supuestamente más sofisticado, cuando se produjo el derrumbe, según los testigos en el lugar.
El rescate no se pudo llevar adelante el domingo por falta de equipamiento. Las retroexcavadoras llegaron poco más de 24 horas después del accidente.
Varios vecinos que intentaron el rescate sufrieron principio de asfixia, heridas y lesiones diversas, incluidos varios bomberos, señaló la policÃa.
Excavaciones realizadas por particulares en propiedades privadas o públicas constituyen una tradición en distintos puntos del área metropolitana de Asunción, donde las personas buscan supuestos tesoros escondidos durante la Guerra de la Triple Alianza.
El conflicto enfrentó a Paraguay con Argentina, Brasil y Uruguay en 1864-70 y terminó con el exterminio del 85% de la población masculina.
La leyenda del tesoro escondido ha llevado a centenares de pobladores a aventurarse en su búsqueda. En 2010, dos jóvenes hermanos, de 15 y 20 años, murieron en una excavación parecida, en Capiatá. El padre de ambos se salvó milagrosamente.
Hace un año, una gigantesca excavación de 80 metros de diámetro, respaldada por la Municipalidad de Capiatá, debió ser clausurada por la fiscalÃa tras denuncias del vecindario.
La leyenda de los tesoros escondidos da cuenta de la existencia de unos 10.000 kilos de oro enterrados supuestamente para evitar el pillaje de las tropas que invadieron el paÃs hasta seis años después de finalizada la guerra.
La historia ha sido desmentida por varios historiadores pero las excavaciones no cesan.
AFP