Lima, ene. 24 . Perú presentó una argumentación jurídica muy coherente sobre el diferendo marítimo con Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que este lunes dará su veredicto, opinó el internacionalista Óscar Vidarte.

“Un aspecto a destacar es la seriedad con la que Torre Tagle llevó el proceso. Muchos esperaban, especialmente en Chile, un posición peruana revanchista, confrontacional, pero hemos visto una construcción jurídica muy coherente, que además permitió una fase oral bastante adecuada”, señaló.

En la demanda presentada en 2008, Perú solicita determinar el límite marítimo de conformidad con el derecho internacional, ante la inexistencia de un tratado, precisando que debe iniciarse en el Punto Concordia, en que la frontera terrestre llega al mar.

Dicho planteamiento contempla el trazado de una línea equidistante a partir de las costas de ambos países, a fin de lograr una solución equitativa.

 Chile, basándose en la Declaración de Santiago de 1952 y el Convenio de Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954, sostiene que existe una delimitación marítima que comienza en la costa y continúa a lo largo del paralelo geográfico que pasa por el hito Nº 1.

Para Vidarte, el diferendo marítimo entre Perú-Chile es diferente, por los vínculos diplomáticos y comerciales existente, al caso de Colombia-Nicaragua, lo que hace prever que el vecino del sur no asumirá una posición como la de Bogotá que cuestionó el veredicto.

En primer lugar, explicó, la relación entre Perú y Chile es mucho más estrecha. “Estamos hablando de dos países mucho más simétricos que Colombia y Nicaragua, claramente un país mucho más grande y otro más pequeño, con vínculos mucho más débiles”, añadió.

 Dijo, además, que en los últimos años, entre Lima y Santiago hubo un intercambio mucho más profundo, y en múltiples ocasiones, a nivel de presidentes y ministros, y se aseguró que la sentencia final se respetará.

Vidarte destacó también que Perú y Chile tiene una agenda muy importante, no solo en los ámbitos de ejecutivos o cancillerías, sino también entre otros órganos públicos, legislativos, Fuerzas Armadas, sector privado y académico, etc.

“Hay una agenda muy interesante y rica que se ha trabajado de cara a lo que puede ser el escenario pos-Haya, entendiéndose la sentencia como un punto final de cara a lo que debe ser el inicio de una relación ya sin problemas limítrofes. Eso es muy importante. Entre Colombia y Nicaragua no la hubo”, puntualizó.