FICHA TÉCNICA
La invención de Hugo Cabret (Hugo, EEUU, 2011)
Dirección: MartÃn Scorsese.
Guión: John Logan, basado en la novela de Brian Selznick.
FotografÃa:Â Robert Richardson
Música: HowardShore
Edición: Thelma Schoonmaker
Duración: 126 minutos
Elenco: Asa Butterfield, Chloë Grace Moretz, Sacha Baron Cohen, Ben Kingsley, Emily Mortimer, Christopher Lee, Jude Law y Ray Winstone.
 Imprescindible para los amantes del cine, este nuevo film de MartÃn Scorsese toma como núcleo argumental la historia de un niño huérfano que deambula por una estación de trenes parisina, allá por los treinta. Hijo de un relojero fallecido a causa de un incendio, Hugo ha quedado -gracias a su habilidad para la reparación de cualquier maquinaria- a cargo de los grandes relojes de la estación por delegación de su tÃo, un borracho que un buen dÃa desaparece. Por motivos afectivos se ocupa, además, de concluir  la gran obra de su padre: la reconstrucción de un robot que escribe. Especialista en mecanismos complejos, el niño vive en los reductos más ocultos de la estación, subsistiendo gracias a lo que puede robar y evitando siempre al guardia que puede hacer que lo encierren en un orfanato.
El film está basado en la novela de Brian Selznick La invención de Hugo Cabret (2007) y realizado en 3D, una elección técnica que asombra tratándose de Scorsese pero que el director ha sabido emplear de la mejor manera, alejándose de los efectos especiales colosales para convertirla en un procedimiento artÃstico que permite crear climas. Gracias al artificio, el universo diegético  se enrarece hasta convertirse en el fantástico mundo de un cuento protagonizado tanto por hombres como por máquinas (los trenes, los relojes, el robot, el dispositivo cinematográfico: la máquina de crear sueños). Un mundo cuyos personajes recuerdan a los de Charles Dickens (por otra parte, citado en el film), pero también a La terminal (2004), de Steven Spielberg, y la ciudad de principios del siglo XX de Medianoche en ParÃs (Woody Allen, 2011). Un cuento que atrapará a la platea infantil con las aventuras de Hugo, aún cuando no entienda del todo el giro que dará el relato para internarse en el mundo del cine cuando uno de los personajes centrales se descubra que es nada menos que Georges Méliès, uno de sus pioneros.
En los cinéfilos, en cambio, el film despertará –además- una honda emoción por las referencias, las citas, la pasión compartida amorosamente por el director. Y no sólo por eso, sino también por la maestrÃa con que éste va construyendo plano a plano el relato.
En lo personal, fue sencillamente maravilloso –y no exagero- ver reconstruido el estudio de Méliès que conocÃa por ilustraciones y asistir a la filmación de sus fantásticas pelÃculas que siempre me parecieron absolutamente creativas y muy cinematográficas a pesar  de la concepción todavÃa demasiado teatral del medio.