En lo mejor de un concierto de la magna orquesta, el ringtone “Marimba” sacó de quicio al director. Al instante, un gesto suyo silenció al Lincoln Center. Salvo por el móvil, que volvió a timbrar.
La Filarmónica de Nueva York ejecutaba el último movimiento de la Novena SinfonÃa de Mahler el martes por la noche en la sala Avery Fisher del Lincoln Center neoyorquino. El director Alan Gilbert tuvo que detener el concierto hasta que el celular dejó de sonar.
El periódico Wall Street Journal informó que al escucharse el tono “Marimba” caracterÃstico de un iPhone, Gilbert giró la cabeza con fastidio, pero el teléfono en la primera fila seguÃa sonando y pasaban los minutos.
Gilbert pidió que apagaran el teléfono y finalmente detuvo a la orquesta hasta que el sonido cesó.
La Filarmónica dijo que era la primera vez que el director interrumpÃa una ejecución debido a un teléfono celular u otro ruido molesto.