Demi Moore tuvó que atender sus compromisos laborales y asistió al estreno de la película «Margin Call» en Nueva York. Lo que llamó la atención no fue si acudía acopañada o sin anillo de casada (lo hizo sola y con la alianza), sino su “extrema” delgadez.
Una nueva silueta en la que reparan hoy medios de comunicación de todo el mundo, como el Daily Mail británico, que se refiere a ella como «diminuta», habla de sus brazos que son «solo nervios» y de sus «prominentes clavículas».
Lo cierto es que la vorágine noticiosa, además del notable engaño que sufrió por parte de su esposo, han hecho que la actriz de 48 años entre en un estado depresivo que se manifiesta a través del poco apetito que tiene.
La actriz continúa luciendo su anillo de bodas, cosa que Ashton a su vez también continúa haciendo.
