Investigadores del hospital Henry Ford, en Estados Unidos, demostraron que existe una relación directa entre el uso de los hisopos de algodón y la ruptura de los tÃmpanos, y que la mayorÃa de las veces estas rupturas se curan por si mismas y la cirugÃa sólo resulta necesaria para los casos más severos.
Más de la mitad de los pacientes que visitan la consulta de un otorrinolaringólogo admite usarlos para limpiarse los oÃdos. Si estos se introducen demasiado a fondo en el canal auditivo pueden causar daños graves, entre los que se incluye la ruptura del tÃmpano, también conocida como perforación de la membrana timpánica. Las perforaciones severas pueden causar parálisis facial y vértigo.
A estas conclusiones llegaron especialistas tras un estudio presentado en un congreso de otorrinolaringologÃa, Otolaryngology Spring Meetingm, que se realizó en Chicago.
Fueron analizados más de 1,500 pacientes diagnosticados de perforación de la membrana del tÃmpano, entre 2001 y 2010.
Los pacientes con heridas causadas por los hisopos fueron subdivididos en dos grupos: de observación y de cirugÃa. Se consideraron éxitos las membranas que sanaron y la desaparición o mejora de los problemas de vértigo, la parálisis nerviosa facial y el hueco de aire entre los huesos.
Con frecuencia la ruptura del tÃmpano puede sanar por sà misma en dos meses. Sin embargo, los casos más severos tienen que tratarse con cirugÃa.
Cabe señalar que en déficits neurológicos, como la parálisis del nervio facial, se requiere de operaciones quirúrgicas para reparar el daño. Las intervenciones han demostrado ser muy exitosas y sólo un paciente sufrió un problema leve de vértigo que después mejoró.
Según explica el coautor de este trabajo, Ilaaf Darrat, un otorrinolaringólogo del hospital Henry Ford: “En el pasado, muchos otorrinolaringólogos se preguntaban si la cirugÃa era realmente necesaria para tratar la ruptura del tÃmpano. Los resultados de este estudio muestran que el 97 por ciento sanó por sà mismo, por lo que muchos casos no requieren de cirugÃa.”
“Si un paciente experimenta sÃntomas como pérdida de audición, supuración, mareo o irregularidades en sus movimientos faciales deberÃa visitar al médico inmediatamente, a fin de valorar la posibilidad de posibles daños auditivos.”
Michael Seidman, coautor de este trabajo y director de la división de cirugÃa otológica y neurotológica del hospital Henry Ford, recomienda que, en lugar de usar bastoncillos de algodón para limpiar el oÃdo se empleen otras opciones como una mezcla de peróxido fresco y agua con la que limpiar el oido una o dos veces al mes, o aplicar cuatro o cinco gotas de vinagre y agua una vez a la semana.