Las relaciones sexuales y el ejercicio fÃsico pueden ocasionar ataques cardÃacos en personas mayores que no practican con frecuencia el uno o el otro, según un nuevo análisis.
El riesgo es bajo, pero es una excelente advertencia de que las personas que poco se mueven deberÃan cambiar gradualmente sus hábitos de ejercicio, especialmente a partir de los 50 años.
La gente que hace ejercicio fÃsico con regularidad tiene un riesgo mucho menor de sufrir ataques cardÃacos inmediatamente después de una actividad sexual o fÃsica, dijo su autor, el doctor Issa Dahabreh, del Centro Médico Tufts, en Boston.
“SerÃa muy negativo que alguien pensara que nuestra investigación quiere decir que la gente no debe hacer ejercicio fÃsico”, dijo Dahabreh. “De cualquier forma, se trata del caso contrario”.
El análisis, publicado el miércoles en la revista Journal of the American Medical Association, combina los resultados de 14 estudios en los que participaron más de 6.000 pacientes.
En el estudio participaron solamente personas que tuvieron ataques cardÃacos o tuvieron una parada del corazón súbita debido a una dolencia de ese órgano. El estudio analizó lo que hacÃan las personas durante una o dos horas antes de sufrir un ataque cardÃaco y lo compararon con la actividad de la misma persona en dÃas normales pero sin grandes problemas cardÃacos.
El estudio tiene como fin aclarar “por qué se producen los ataques cardÃacos”.
La actividad fÃsica y las relaciones sexuales aumentan el riesgo de un ataque cardÃaco por un factor de tres, según el análisis de los resultados. El ejercicio aumenta el riesgo de una parada cardÃaca súbita casi en cinco veces. Empero, los investigadores no descubrieron una relación entre las relaciones sexuales y una parada cardÃaca súbita, es decir, una muerte repentina debido a un problema cardÃaco.
El riesgo para cualquier persona es extremadamente bajo.
“Si se sigue a 10.000 personas durante un año y si todas deciden aumentar su actividad fÃsica en una hora a la semana, cabrÃa esperar dos o tres ataques cardÃacos más“, dijo Dahabreh.
Ese riesgo es compensado en la mayorÃa de los casos por el beneficio del ejercicio fÃsico. En general, cuanto más se mueve la gente, menos posibilidades tienen de que ese ejercicio o las relaciones sexuales ocasionen un ataque cardÃaco.
La mayor parte de los pacientes que participaron en el estudio tenÃan muy cumplidos los 50 años o estaban en los primeros de la década de los 60.
El ejercicio fÃsico podrÃa ser considerado un entrenamiento para las relaciones sexuales, según Mercedes Carnethon, investigadora de dolencias cardÃacas en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad del Noroeste, que no participó en la investigación.