El Papa Benedicto XVI comenzó este jueves un viaje al Reino Unido haciendo una de las crÃticas más claras al manejo de la Iglesia Católica de la crisis por abusos sexuales y pidió al paÃs que esté atento ante las amenazas de un “secularismo agresivo”.
Unas 125.000 personas, incluidos manifestantes, se congregaron para ver al PontÃfice, de 83 años, mientras era conducido por las calles de la capital escocesa llevando una bufanda verde a cuadros.
Horas antes del aterrizaje, él dijo a los periodistas a bordo del avión que lo llevaba a Escocia que estaba choqueado ante lo que definió como “una perversión” del clero.
“También es muy triste que la autoridad de la Iglesia no estuvo lo suficientemente atenta y no fue lo suficientemente rápida y decidida para tomar las medidas necesarias“, agregó.
Los defensores de las vÃctimas reclaman que los lÃderes religiosos asuman más responsabilidad legal y moral por permitir que el escándalo de los abusos sexuales se les fuera de las manos en Estados Unidos y varios paÃses de Europa.
El PontÃfice alemán habló con entusiasmo de la historia del Reino Unido y elogió al pueblo británico por su resistencia a la “tiranÃa Nazi” durante la Segunda Guerra Mundial.
La Reina de Inglaterra también habló de la común herencia cristiana que comparten anglicanos y católicos, asà como de su creencia común de que nunca deberÃa permitirse que la religión justifique la violencia. Además, indicó que el diálogo puede transcender “viejos recelos”.
Unos 150 manifestantes también se reunieron para protestar, ondeado las banderas arco iris de los homosexuales y pancartas que decÃan “La oposición del Papa a los condones mata a la gente” y “Dejen de proteger a los sacerdotes pedófilos”.