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Brasil: 188 años
07/09/2010 Internacional

El 7 de septiembre de 1822 Brasil se separó de Portugal. El proceso de independencia de quien, entonces, era el mayor país americano, tuvo muchas diferencias en relación al resto del continente.

La creación de las primeras repúblicas americanas como las de Estados Unidos (1776), Haití (1804) y las hispanoamericanas después de 1810 se caracterizaron por cruentas guerras para expulsar a la monarquía foránea e instaurar nuevos Estados que postulaban distintas formas de democracia.

En cambio, Brasil fue el único país de su hemisferio en el cual se asentó una casa real europea. En 1808, cuando Francia ocupó Portugal toda la élite real se trasladó a su mayor dependencia. Esto condujo a que Brasil adquiriese el status de reino y que en 1815-22 se diese el Reino Unido de Portugal, Brasil y Algarve.

El 26 de abril de 1821 el emperador portugués Juan VI decidió trasladarse desde Río a Lisboa pero su hijo Pedro de Alcántara prefirió quedarse y unos 17 meses más tarde se autoproclamó como soberano del Brasil, título que Lisboa solo reconoció el 19 de agosto de 1825.

El coloso amazónico se convirtió así en el mayor imperio monárquico que haya tenido las Américas. Pedro I incluso llegó a ser también rey de Portugal y de sus otras colonias por pocos días en 1826. Su hijo Pedro II (1825-1890) fue coronado Emperador del Brasil el 7 de abril de 1831 (cuando aún solo tenía 6 años), cargo en el que estuvo hasta el 15 de noviembre de 1889).

Ninguna persona no electa ha gobernado a un Estado americano tan grande como los dos Pedros y ningún mandatario americano ha durado tanto en su puesto como el último rey del Brasil.

Brasil abolió la esclavitud y devino en república solo al filo de los 1890s, varias décadas después del resto de la Latinoamérica continental.

Mientras que Haití y la mayor parte de las demás repúblicas hispanoamericanas se dividieron, Brasil logró repeler toda secesión. Mientras hoy los americanos de lengua inglesa, francesa, española u holandesa están repartidos en múltiples Estados, todos los 26 Estados federados y 5565 municipios de lengua oficial portuguesa conforman el país donde reside más del 50% de los sudamericanos.

Poco antes de su nacimiento Brasil llegó a gobernar el imperio transoceánico más antiguo de todos los tiempos: aquel que Portugal empezó a crear en el siglo XV y que llegó a expandirse por el Atlántico y el Índico.

Hoy el 85% de quienes hablan el portugués como su primera lengua viven en Brasil. Hoy el portugués se unifica en torno a las nuevas normas brasileras. En los hechos el portugués se torna brasilero y Brasil es el único país iberoamericano que pueda entrar permanentemente en el consejo de seguridad de la ONU.

Si hasta hace un cuarto de siglo la izquierda consideraba al Brasil como un ‘sub-imperialismo’ que seguía a EEUU, hoy Lula se ha atrevido a desafiar a Bush y Obama en muchos puntos. Brasil, Rusia, India y China forman el bloque de las 4 nuevas economías emergentes (BRIC). Brasil ha logrado estructurar en torno a sí a la Unión Sudamericana de Naciones y rivaliza con México en ser el líder de la nueva comunidad de estados latinos y caribeños.

Miriam González

Mientras David y Sam Cameron estuvieron de licencia debido al nacimiento de su bebé la jefatura del gobierno británico pasa a Nick Clegg y el puesto de primera dama fue a recaer en su esposa española Miriam González.

Los Clegg tienen 3 hijos, todos ellos con nombres muy hispanos: Alberto, Antonio y Miguel.

Miriam es la primera iberoamericana que arriba a tal puesto. Sin embargo, no es la primera mujer que haya llegado al poder británico y que haya nacido en la península que unió al viejo y al nuevo mundos.

Miriam nació en Mayo 1968, pero no en el revoltoso París sino en la entonces conservadora Castilla y León, aquella región de la que proviene Leonor de Castilla (1241 – 1290), la cual fuese la reina de Eduardo I de Inglaterra. Se dice que el matrimonio entre Leonor y Eduardo se basó en el amor (y no en la conveniencia) y de que cuando al rey inglés le hirieron con una flecha envenenada su esposa hispana le curó chupándole el veneno. Cuando Leonor murió su viudo le construyó una gran cruz en cada una de las 12 paradas que tuvo su ataúd desde Lincoln hasta Charing, al lado de la plaza mayor de Londres, la cual actualmente es considerada el centro del sistema vial británico (todo un símbolo de amor entre británicos e hispanos).

Londres tuvo varias otras figuras de la realeza ibera. Se dice que el barrio de ‘Elephant and Castle’ (actual corazon de la comunidad hispanoamericana de Londres) fue bautizado así porque los ingleses no podían pronunciar la palabra ‘Infanta de Castilla’ como así se les conocía a las damas de sangre azul españolas.

A Catalina de Braganza (1638 – 1705), la reina portuguesa de Inglaterra, se le debe la popularización del té o del tenedor. Dos de sus familiares serían los emperadores más poderosos que jamás hayan tenido las Américas (Pedro I y Pedro II del Brasil).

María I (1516 – 1558), quien fuese la reina inglesa hija de Enrique VIII que reintrodujese el catolicismo, fue hija de española y se casó con Felipe II, el emperador ibero que más territorios regentó (todas las posesiones españolas y portuguesas de las Américas y del mundo y también del centro de Europa).

El gobernante partido conservador fue fundado por Benjamín Disraeli (1804 – 1881), el único primer ministro británico que proviene de los judíos que fueron expulsados de España. Eamon de Valera (1882 – 1975), un cubano-americano, fue 37 años jefe de gobierno o de Estado de Irlanda, récord de estancia en el poder que no lo tiene ningún mandatario de alguna democracia multipartidaria en el mundo.

La propia Londres fue edificada desde la nada por italianos e iberos. Dos de los principales constructores de la actual mayor urbe europea fueron los emperadores romanos andaluces Trajano y Adriano.

Por increíble que parezca los británicos y los irlandeses tienen más sangre ibera que celta o anglosajona, pues el 80% de ellos desciende de nómades que salieron del actual país vasco hace 15,000 años.

Pese a esa rica herencia del mundo ibero, el millón de hispanos y luso-hablantes del Reino Unido es la minoría étnica más grande que no está reconocida.

Según la ley británica los europeos solo pueden votar en las elecciones locales y europeas, pero en las que se nomina al parlamento solo pueden participar los nacionales del Reino Unido, Irlanda y 53 naciones de la Commonwealth.

Miriam es, por ello, también la primera viceprimera dama que nunca ha podido votar por su propio marido en las elecciones generales.

Redefiniciones británicas

La política británica siempre termina influyendo al mundo. Esto pasó con la revolución privatizante y neoliberal de Thatcher y luego con la tercera vía y el intervencionismo militar ‘humanitario’ de Blair. Hoy los 3 grandes partidos del Reino Unido se encuentran redefiniendo sus programas cuando en unas semanas deban entrar cada a uno a su congreso anual.

Estas modificaciones se dan tras que el laborismo terminó su gobierno más largo de la historia (13 años) y cuando, por primera vez en 7 décadas hay un gobierno de coalición, el mismo que es, por única oportunidad en la historia uno entre los conservadores y sus rivales demo-liberales contra los laboristas.

Los cambios que ambos operen afectarán a la política del que fuera el mayor imperio ultramarino de todos los tiempos así como a la Unión Europea y al mundo.

El laborismo se encuentra en una batalla entre dos almas, la cual está representada en la pugna entre los hermanos Milliband (Ed y David). Cada uno representa un pasado y un futuro diferentes.

Ed está ligado más al ala tradicional ligada a los sindicatos, la cual quiere un partido que retorne a sus políticas sociales. David refleja al ala ‘modernizante’ que quiere competir con los conservadores en ser el partido más pro-empresa privada.

Tras la pugna entre los dos hermanos subyace una entre los dos ex primeros ministros Gordon Brown y Tony Blair. Este último acaba de publicar sus memorias en las cuales acusa a quien le remplazó en el cargo de haber hecho perder el poder al partido al haberlo alejado del ‘nuevo laborismo’ para adoptar un discurso izquierdista que asustó a las clases medias. Sus detractores, en cambio, sostienen que, gracias a incentivar la lucha de clases, los ‘rojos’ no quedaron terceros en los comicios y que fueron los ajustes económicos y la guerra de Iraq quienes condujeron a que el laborismo enajene a sus bases sociales.

Mientras tanto los conservadores y los liberales buscan hacer algo que nunca antes han hecho: acercarse para confrontar al laborismo. Así el antiguo partido de la Thatcher habla de dar más libertades y se aleja del radicalismo antieuropeo y monetarista que tradicionalmente le caracterizó, en tanto que los liberales se mueven de estar a la izquierda del laborismo para convertirse en quienes acepten las nuevas restricciones a la inmigración y al presupuesto público de los ‘tories’ a cambio de ciertas reformas en el sistema electoral.

La batalla del laborismo es una entre quienes quieren una socialdemocracia mundial más apegada al centro y quienes quieren una que se recupere desde la oposición con una plataforma de reivindicaciones sociales.

Mientras tanto, el nuevo conservadurismo liberal va a influir en el resto del globo tratando de combinar políticas pro-derechos humanos y ecologistas con un derechismo económico moderado y con ‘compasión’.

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