LONDRES. En la mayorÃa de las segundas vueltas del mundo suele imponerse quien ganó en el primer turno, aunque hay excepciones.
Empero, en las no muchas veces que el perdedor del primer round vence en el segundo la diferencia de puntos entre los dos contendientes no era abismal, como sà pasa en el actual caso colombiano.
Mockus no llegarÃa ni a la mitad de los votos de Santos, el cual apenas necesitarÃa ganar alrededor de un 3.5% más para imponerse el 20 de junio.
Mockus, para triunfar, necesitarÃa unir al resto de candidatos contra Santos. No obstante, ello es algo muy difÃcil de lograr. Primero, porque no tiene una base electoral tan fuerte y porque su bancada parlamentaria es exigua (8 de 268 congresistas). Segundo, porque le será muy difÃcil construir una coalición polÃticamente tan multicolor como el arco iris, la cual deberÃa ser entre dos candidatos que están a su derecha (los dos antiguos socios de Uribe y Santos: Germán Vargas Lleras y Noemà SanÃn) y a su izquierda (Gustavo Petro y Rafael Pardo).
El juego de Mockus no es fácil. El como matemático puede hacer aritmética. Si se mueve a la izquierda buscarÃa conquistar el 13% que suma el Polo y los liberales. Si se mueve a la derecha requerirÃa un pacto con los conservadores y radicales que representan un 16%. Con ninguna de esas sumas él puede tramontar la gran brecha que tiene ante Santos. El moverse en una u otra dirección, a su vez, puede enajenar al otro espectro. A él lo que le puede quedar es coquetear con los conservadores, liberales y radicales buscando ganar el apoyo de los votantes izquierdistas utilizando el peligro del voto contra el peor enemigo.