LONDRES. Corea del Norte es el paÃs más pobre y más contestatario que ya ha entrado al club nuclear. Es una de las naciones orientales que ha pasado por una gran hambruna, pero para su régimen una prioridad es la defensa. Esta semana ha tenido un promedio de una bomba atómica de prueba por dÃa.
Si EE.UU. responde militarmente implicarÃa un tercer (y peor) frente de guerra después del que ya tiene en Iraq y Afganistán. De otro lado, los misiles norcoreanos podrÃan matar a cientos de miles de surcoreanos, japoneses e incluso estadounidenses. Por otra parte, la CIA no sabe dónde están los arsenales más letales de dicho paÃs, los mismos que pueden estar escondidos en los túneles o lugares más inhóspitos.
A Washington no le queda más que negociar. Ello implicará entrar al juego del garrote y la zanahoria, esto es de plantear sanciones y ofrecer concesiones.
Obama, por su parte, se ha dado cuenta que la mejor manera de evitar la proliferación de armas nucleares está en que las propias potencias vayan eliminando la mayor cantidad de ellas.
Todos los otros paÃses asiáticos que tienen bombas atómicas han reprimido duramente a varios pueblos de su interior (Rusia a chechenos, China a tibetanos y uigures, Israel a árabes, India a Cachemira, Pakistán a baluches).