Los mineros atrapados en la profundidad del subsuelo desde el pasado 5 de agosto en una mina chilena de oro y cobre comenzaron a ser izados hacia la superficie en la madrugada de hoy en una metódica operación de rescate.
El Presidente Sebastián Piñera ha visto crecer su popularidad desde que los mineros fueron encontrados con vida. Ha seguido la sensiblera estela de una estrella realizada a base de torpes maniobras gubernamentales que han enfurecido a los familiares de los mineros y al público que ha observado el drama. El multimillonario hecho a sà mismo, está a punto de beneficiarse de su renovada popularidad aprobando una controvertida legislación que sube los aranceles e impuestos a las compañÃas mineras extranjeras que trabajan en Chile.
Los lÃderes sindicales creen que el accidente de San José ayuda a reforzar la imagen de los mineros que cada vez más se habÃan visto por la opinión pública, según las encuestas, como unos empleados privilegiados con sueldos altos y pingues bonificaciones.
Los mineros en chile son algunos de los mejor pagados de Latinoamérica con bonos en metálico ligados a sus contratos que pueden sobrepasar los 25.000 dólares (17,877.54 euros) por empleado en las compañÃas más potentes. Esta mejora en la imagen puede ayudar a los sindicatos cuando llegue el momento de afrontar las presiones de los empleadores en futuras negociaciones.
Los responsables públicos del sector minero chileno han quedado como poco preparados para prever este accidente. Las crÃticas han sido tan duras y continuadas desde el sector minero nacional que Piñera se vio obligado a despedir al máximo responsable.
Las pequeñas y medianas minas han notado el golpe del accidente, puesto que tras él, el Gobierno se apresuró a cerrar docenas de destartalados negocios aduciendo motivos de seguridad. Los inversores en esos negocios han acusado a Piñera de estar llevando a cabo una caza de brujas para tapar los errores que se hubieran podido cometer antes del accidente en el pozo de San José.
Las autoridades podrÃan enfrentarse a pleitos de los mineros o sus familiares al haber fallado a la hora de inspeccionar apropiadamente la mina y haber evitado el accidente que atrapó a los mineros desde el 5 de agosto.
Los propietarios de la mina, la CompañÃa Minera San Esteban Primera, son culpabilizados del accidente. La empresa está realizando una auditorÃa interna para determinar si debe declarar la banca rota.