Lima, 30 de Abril del 2025.- La actriz y cantautora cubana Orisel Gaspar y el cantautor gallego Pedro Román darán un concierto en Lar de sopas el próximo 3 de Mayo a las 20:00 h. Estarán acompañados a la guitarra por el también cantautor gallego Pablo Vila.
Lar de sopas, el proyecto vigués que quiere hacer visible la herencia de las abuelas, recibe a tres grandes artistas, y una experiencia única: ‘Entre mi isla y tu puerto’, un canto a lo identitario, una historia de amor, un espectáculo donde lo musical y lo teatral se engranan armoniosamente.
El viaje no es geográfico, es un recorrido por la memoria cultural e histórica que habitan sus protagonistas, unas veces en guagua, otras a pié, otras en bus, unas veces entre risas, otras sacudidos por la emoción, pues Orisel Gaspar como actriz y cantante es de las artistas que remueven por dentro a su audiencia y como directora no quiere dejar, ni indiferente, ni inactivo a su público.
Orisel, retama de Canarias, china, guajira, mata y loma, alondra y azafata, es mediadora activa entre mundos, dueña del ritual de tránsito controla los códigos de viaje y sus múltiples nombres son herramientas para navegar entre culturas. Las canciones del concierto dibujan un espacio donde el amor existe sin fronteras.
La travesía, desde su isla, Cuba, y el puerto de Pedro Román, en Vigo, y viceversa, se hace en compañía de un mosaico de personajes y un lenguaje con reminiscencias de ritmo afrocubano y costumbrismo, extrovertido e íntimo a la vez, mediante el cual la artista Orisel Gaspar pone en valor aquello que ama de su cultura, afirmando su identidad cubana. Fragmentos de identidad que reconstruye en un viaje imaginario, donde la guagua Girón, el medio de transporte elegido, está “a punto de reventar”, donde lo incómodo se transforma en fiesta colectiva.
Frente a las dificultades, la historia de amor en la que nos adentra “Entre mi isla y tu puerto” elige la diversión, el humor, la alegría, celebra la capacidad de adaptación y el contacto humano como formas de supervivencia. Los pasajeros representan la diversidad social. Apodos y ocupaciones, muestran una cultura donde lo formal y lo popular se mezclan, el texto del espectáculo celebra la identidad mestiza, la resistencia ante las dificultades y la calidez humana en medio del caos.
Pedro Román y Pablo Vila asumen roles clave en esta travesía. La música deja de ser acompañamiento para convertirse en energía motriz que alimenta con arte un viaje. Pablo Vila, el copiloto silencioso, el guitarrista enérgico y virtuoso, atento al rumbo, protege y abraza el movimiento sonoro de la travesía.
Pedro Román Company nos muestra a una alondra posada en la baranda, con una flor roja en el pico, una potente metáfora del amor transatlántico. La flor roja podría simbolizar tanto el amor, como la herida colonial. La casa blanca en el caribe, las palmeras, plátanos y aguacates, las vacas en Caicaje, el coro de las ranas, el Escambray, el campo de amapolas, coexisten con referencias al dolor histórico. Versos que trazan un mapa de mestizaje donde confluyen lo indígena, lo africano y lo español, donde el «imperio español» aparece claramente señalado como origen de violencia.
Pedro Román Company a la vez que celebra el encuentro, reconoce una deuda histórica (el «imperio español» que zarpó del puerto de Palos). El texto de las canciones es mnémico, convierte el amor en símbolo de un diálogo histórico: colonizador y colonizado, construye un paisaje de pertenencia mutua, como un inventario de lo irrenunciable: que enumera lo que ama, la identidad dual: las cicatrices históricas, pero también la capacidad de florecer abruptamente, como el framboyán. subraya que su esencia trasciende las estaciones y geografías. Un mapa afectivo, un altar verbal donde convive lo que quedó atrás, lo que se lleva consigo, lo que juntos imaginan. Sus canciones son un regalo y un desafío.
Orisel rompe el protocolo: abandona el escenario, para mezclarse con el público. Su presencia es un aterrizaje en la realidad de este, a quien involucra, nombra, convierte en personajes, testigos o cómplices de un viaje que se torna vibrante instantánea de la vida cotidiana, donde el transporte público se convierte en un microcosmos de la sociedad.
‘Entre mi isla y tu puerto’ vincula lo urbano con lo rural, Falcón, Caicaje, San Miguel de Plata, Santa Clara, Vigo, La Habana, paisajes y personajes que forman parte de un universo personal, pero también colectivo; un lenguaje coloquial que usa modismos cubanos, apodos y juegos fonéticos, ritmo y musicalidad que evocan la sonoridad de las tonadas campesinas, la conga o el son cubano e incluso la chacarera.
La escena se transforma en un ritual colectivo de ida y regreso imaginario. Orisel, la azafata, la conductora espiritual de esta guagua que desafía la geografía. Sus palabras operan como un conjuro: nombra el destino para hacerlo real, aunque sea en el plano poético.
Cada canción, cuidadosamente elegida, es una parada en un mapa que solo existe en sus cabezas, la enumeración de lugares describe un collage emocional, un fragmento de identidad: teatros, calles, amigos. Este tránsito circular entre la isla mental y el puerto real sigue su curso, dejando en el aire preguntas: ¿Qué significa “llegar” o “partir”, cómo se mide la distancia cuando el destino es la memoria, cuando el viaje es el verso mismo?
‘Entre mi isla y tu puerto’ es un viaje a través del recuerdo, el mapa de supervivencia de un romance que existe a pesar de los obstáculos, los tiempos y las distancias, revelando el amor como un acto de rebeldía donde “la frontera es el país”, ese lugar liminal que se transforma en su único territorio posible, un amor que trasciende la carne: es memoria, ritual y resistencia, un ciclo de ausencia y persistencia. No hay resolución, solo el eterno ida y vuelta de quien ama desde el lugar incómodo y apasionante de la historia.