Jueves, 22 de Mayo del 2025
El primer hospice pediátrico del Perú impulsa una conversación necesaria sobre niños que se encuentran en el proceso final de vida y el duelo que atraviesan sus familias y seres queridos. El médico y terapeuta colombiano Jorge Gómez Calle, aportó sus reflexiones sobre ese tema en un ciclo de diálogos que impulsa la asociación civil sin fines de lucro.
Lima, 30 de Abril del 2025.- En el corazón del Valle Sagrado de los Incas, Perú, Casa Khuyana ha construido el primer hospicio pediátrico del Perú y el tercero en América Latina. Su propuesta busca transformar la mirada sobre los cuidados paliativos pediátricos y el acompañamiento a sus familias antes, durante y después de la partida de su ser querido. Para ello, también impulsa una serie de diálogos virtuales con especialistas en la materia, como Jorge Gómez Calle, terapeuta neuronal de Colombia, especializado en acompañamiento en el proceso final de vida.
“La muerte de un hijo nunca se supera, aunque puede ser acompañada desde el amor más profundo”, dijo Mónica Pfeiffer, fundadora y directora general de Casa Khuyana. “En el hospice pediátrico no se busca curar lo incurable, sino caminar al lado de cada familia para que el sufrimiento no sea un proceso en soledad”, profundizó.
En esa sintonía se encuentra Gómez Calle , médico con más de 25 años de experiencia en acompañamiento de duelos. Durante uno de los Lives que la organización ofreció desde su cuenta de Instagram, el terapeuta relató cómo él se acercó a esta temática desde su profesión y qué ideas desarrollaron para acompañar a pacientes y familiares durante ese trayecto final. “El duelo no es una pérdida, es una extensión del amor”, pareció.
«Lo que duele no es la ausencia, sino la intensidad del amor que sigue vivo. Y ese amor, que ya no tiene a dónde ir, busca refugio en el alma», expresó el especialista, que tuvo su primer contacto con una perspectiva humanista y empática con una niña en proceso final de vida a sus 22 años, cuando estaba iniciando su formación en medicina.
Gómez Calle enfatizó que no existen “etapas del duelo” universales, sino caminos únicos, tejidos por la historia, la cultura y la espiritualidad de cada persona. «El duelo no es algo que se supera ni se resuelve. Es algo que se camina. Es un puente que construimos entre el mundo visible y el invisible», afirmó.
Como desarrolla en su libro de distribución gratuita “El duelo es conexión al Amor”, existen herramientas prácticas que ayudan a atravesar episodios complejos durante ese largo proceso. La respiración consciente y rodearse de personas que abrazan desde la compasión y la comprensión son clave, y pueden constituir rituales sencillos para sostener la conexión con la vida en medio de los sentimientos que surgen tras la partida de un ser querido. “¿Ustedes no saben que una lágrima es un te amo hecho agüita?”, sostiene en su libro.
«La muerte de un niño nos cambia para siempre, aunque también puede transformarnos. Acompañar ese tránsito con respeto, escucha y ternura es un compromiso ético y social que debemos asumir como comunidad», concluyó Mónica Pfeiffer. Acceder a cuidados paliativos pediátricos y el acompañamiento integral en el proceso final de vida no debe ser un lujo, sino un derecho para todas las personas. Especialmente para los niños que se encuentran en esa situación y sus familias.
Esta conversación forma parte de una serie de acciones de Casa Khuyana para sensibilizar sobre la importancia del duelo, la salud emocional y los derechos de los niños y niñas en procesos de final de vida. La asociación civil sin fines de lucro invita a conocer y sumarse a esta causa urgente y humana.
Acerca de Casa Khuyana
Es una asociación civil sin fines de lucro de cooperación internacional, que crea el primer hospice pediátrico de Perú y el tercero de Latinoamérica. Funciona como un hogar donde se brindan cuidados paliativos pediátricos: acompañamiento médico, emocional, social y espiritual a niños en su proceso final de vida, y sus familias.
La organización se fundó en 2021 y en la actualidad trabaja en asegurar el financiamiento del primer año de operaciones de su hospice pediátrico de más de 3300 metros cuadrados en el Valle Sagrado de los Incas, Cusco, Perú. https://casakhuyana.org.
