Lima, 18 de Enero del 2025.- El aumento del gasto público podría moderarse en relación con años anteriores, proyecta. El presente año, la actividad económica del Perú registraría un incremento de 2.5%, proyectó el Banco Mundial (BM). De acuerdo con su último informe Perspectivas económicas mundiales, la entidad mantiene su anterior previsión de octubre del 2024. “Se prevé que el crecimiento en el Perú se suavizará al 2.5% en el 2025 y 2026, a medida que se modere el incremento del consumo tras la aprobación única del año pasado de los retiros de fondos de pensiones. Se espera que las inversiones en el sector minero y en infraestructura respalden el crecimiento en los próximos años”, sostuvo.
“El crecimiento del consumo por parte del Gobierno podría moderarse en relación con años anteriores, lo que reducirá el papel de la política fiscal como motor del crecimiento”, comentó el BM.
De acuerdo con las cifras presentadas por el organismo multilateral, al cierre de este año estos serían los niveles de crecimiento de las economías de la región: Argentina (5%), Paraguay (3.6%), Ecuador (3%), Colombia (3%), Uruguay (2.6%), Brasil (2.2%), Chile (2.2%) y Bolivia (1.5%).
El organismo multilateral indicó que las economías en desarrollo, que generan el 60% del crecimiento mundial, terminarán el primer cuarto del siglo XXI con las perspectivas de expansión más desalentadoras desde el 2000.
“Aun cuando la economía mundial se estabilice en los próximos dos años, se proyecta que las economías en desarrollo progresarán más lentamente para alcanzar los niveles de ingreso de las economías avanzadas”, refirió.
El BM prevé que la economía mundial se expandirá 2.7% tanto en el 2025 como en el 2026, el mismo ritmo que en el 2024, a medida que la inflación y las tasas de interés desciendan gradualmente.
“También se espera que la expansión de las economías en desarrollo se mantenga estable en alrededor del 4% durante los próximos dos años. Sin embargo, este desempeño sería más débil que antes de la pandemia e insuficiente para promover los avances necesarios que permitan aliviar la pobreza y alcanzar los objetivos de desarrollo más amplios”, añadió.
El análisis del BM es la primera evaluación sistemática del desempeño de las economías en desarrollo en el primer cuarto del siglo XXI. De acuerdo con el estudio, durante la primera década, las economías en desarrollo crecieron a un ritmo más rápido desde los años setenta.
“Sin embargo, los avances disminuyeron después de la crisis financiera mundial del 2008-09. La integración económica mundial se debilitó: como porcentaje del producto bruto interno (PBI), los flujos de inversión extranjera directa (IED) destinados a las economías en desarrollo son aproximadamente la mitad del nivel de principios de la década del 2000”, señaló. La multilateral indicó que las nuevas restricciones al comercio mundial en el 2024 fueron cinco veces más que el promedio del 2010-2019.
Como resultado, el crecimiento económico general cayó del 5.9% en la década del 2000 al 5.1% en la del 2010 y al 3.5% en la del 2020. Desde el 2014, con la excepción de China e India, las tasas promedio de crecimiento del ingreso per capita en las economías en desarrollo han sido medio punto porcentual más bajas que en las economías ricas, lo que ha ampliado la brecha entre ricos y pobres.
“Los próximos 25 años serán más difíciles para las economías en desarrollo que los últimos 25 años”, manifestó el vicepresidente sénior de Economía del Desarrollo del Grupo Banco Mundial, Indermit Gill.
“La mayoría de las fuerzas que antes favorecieron su auge ahora se han disipado. En su lugar, surgieron factores adversos desalentadores: elevadas cargas de la deuda, escaso crecimiento de la inversión y de la productividad, y aumento de los costos del cambio climático. En los próximos años, las economías en desarrollo necesitarán un nuevo modelo estratégico que haga hincapié en las reformas internas para acelerar la inversión privada, profundizar las relaciones comerciales y promover el uso más eficiente del capital, el talento y la energía”, detalló.
El BM señaló que estas revisten mayor importancia para la actividad productiva mundial que a principios de siglo, pues representan cerca del 45% del PBI global.
2.5% sería el crecimiento de América Latina, un avance respecto al cierre del año pasado, cuando se incrementó 2.2%.