Lima, 30 de Noviembre del 2024.-En un contexto donde las estafas financieras están en constante evolución, el Banco de la Nación ha emitido una alerta sobre una técnica de robo conocida como el ‘lazo libanés’, que sigue representando un peligro en los cajeros automáticos. Este método combina la manipulación de dispositivos físicos con el engaño a los usuarios, logrando extraer tanto tarjetas como códigos PIN para acceder a cuentas bancarias.
“En el último año, se ha observado un incremento del 20% en fraudes que involucran cajeros automáticos. Esto nos recuerda la importancia de educar a los usuarios sobre medidas de seguridad básicas pero efectivas para proteger su información y sus recursos”, señala Milagros Torres, subdirectora académica de la Facultad de Negocios de Zegel.
¿Cómo opera el ‘lazo libanés’?
El ‘lazo libanés’ consiste en instalar un dispositivo en la ranura del cajero automático para retener la tarjeta del usuario. La víctima, al asumir que se trata de un fallo técnico, intenta varias veces recuperar su tarjeta sin éxito. En ese momento, los delincuentes se acercan fingiendo ofrecer ayuda, observan el ingreso del PIN y luego convencen al usuario de que no hay solución inmediata. Una vez que la víctima abandona el lugar, los estafadores recuperan la tarjeta y acceden a los fondos de la cuenta.
Consejos para prevenir este tipo de fraudes
El pasado año 2023 se dieron 6000 casos de fraudes o estafas digitales, entre ellas en los cajeros automáticos, según un informe de la Policía Nacional del Perú (PNP). Entre las estafas se encuentran las modalidades de la ‘regleta’, aplicaciones, IA, etc. Estas representan más de US$ 53 millones en pérdidas.
El Banco de la Nación y otros expertos indican que para evitar este tipo de estafas, especialmente del ‘lazo libanés’, es recomendable inspeccionar el cajero automático antes de colocar la tarjeta o hacer cualquier operación. Asimismo, evitar la ayuda de desconocidos y cubrir bien el teclado al momento de ingresar el PIN.
Además, los especialistas recomiendan cambiar la contraseña de manera regular para evitar un posible hackeo a la cuenta personal. Y, por otro lado, reportar cualquier actividad sospechosa que se encuentre tanto en los cajeros automáticos como en las páginas web.
La educación financiera como herramienta de prevención
“Es fundamental fomentar la cultura de prevención en el país. Muchas veces, el desconocimiento es el mayor aliado de los estafadores”, añade Milagros Torres. También enfatiza la necesidad de que las instituciones financieras, en conjunto con organismos educativos, implementen programas de capacitación que lleguen a las zonas más vulnerables del país.
En este sentido, la tecnología y las buenas prácticas de seguridad personal juegan un papel esencial para evitar ser víctima de fraudes. Actuar con precaución y mantenerse informado son las mejores herramientas para proteger sus recursos y su tranquilidad.