Sábado, 20 de Abril del 2024 
Lima, octubre 2020. – El ejemplo, que duda cabe, es una gran herramienta de enseñanza y aprendizaje. Aprendemos muchas de las formas de conducta y comportamiento a través de lo que vemos en nuestros padres, abuelos, maestros, entre otros. Es por eso, que es tan importante tomar conciencia de que no sólo lo que decimos, sino principalmente lo que hacemos, tiene un impacto en el desarrollo y la formación de nuestros hijos.
La pandemia nos ha obligado a incrementar el uso de los dispositivos tecnológicos, y esto no ha sido ajeno a los niños; algunos estudios calculan que la exposición de los niños y adolescentes a pantallas se ha incrementado hasta en 50%. Celulares, tablets y computadoras se han vuelto herramientas indispensables que además de permitir el teletrabajo y la educación a distancia, se han vuelto los principales canales para mantener la socialización, tan necesaria para todos.
Sin embargo, como nos explica Freddy Chávez, Director Regional de Innova Schools, es importante recordar que los niños y adolescentes tienen que tener un horario definido que los ayude a regular su tiempo expuestos a las pantallas y a organizar el resto de su rutina, sobre todo ahora que pasan más tiempo en casa. Por ello, Fredy Chávez comparte algunas recomendaciones para tomar en cuenta.
Dejemos el celular: los padres somos los primeros que debemos enseñar el uso responsable y moderado de los dispositivos y que hay un tiempo para cada cosa. No es recomendable sentarse a la mesa o interrumpir actividades familiares para responder un mensaje o navegar por la web. Creemos espacios y zonas dentro de casa “libres de dispositivos”.
Respetemos horarios: establezcamos horarios y reglas para el uso de los dispositivos que deben cumplir todos los miembros de la familia. En lo posible, respetemos las horas que marcan el fin de la jornada laboral o de estudios; dediquemos esos espacios para compartir con la familia conversaciones, juegos u otras actividades sin dispositivos.
Estemos atentos a los contenidos: así como la sobre exposición a pantallas puede ser dañina en el desarrollo de nuestros hijos, el contenido al que acceden en internet también lo es. Estemos atentos a lo que consumen nuestros hijos y encontremos espacios de conversación que permitan abordar los riesgos que existen en el mundo digital.
El menor uso de pantallas permitirá que estemos más en contacto con el mundo real y lo redescubramos, desconectando del mundo digital, mientras realizamos actividades y prácticas entretenidas en familia.
