Perú entrenó por dos horas con miras al partido con Dinamarca
La Selección de Perú, que aterrizó el domingo en Moscú, inició este lunes los entrenamientos para preparar su debut en el Mundial, el sábado ante Dinamarca, con una sesión intensa, de dos horas, en la que el seleccionador Ricardo Gareca pudo contar con toda su plantilla.
En la tradicional toma de contacto de puertas abiertas estipulada por la FIFA para las selecciones que participan en el Mundial, unas 300 personas asistieron al entreno desde la grada principal del Khimki Stadium.
La fría mañana -unos 10 grados-, en la que se alternaron las nubes, la lluvia y algún rayo de sol, estuvo amenizada por la hinchada de la Bicolor, con camisetas, banderas y cánticos, acompañada por niños de los colegios de la región de Khimki, en las afueras de Moscú, cuya excursión en un día festivo en Moscú fue el entreno peruano.
Pese a que el equipo llegó al hotel Sheraton Sheremetievo apenas 12 horas antes, Gareca optó por una sesión de gran dureza, pero con el balón como protagonista.
Esfuerzo de todos
Tras varios rondos para soltar las piernas, el preparador físico Néstor Bonillo organizó ejercicios de pases en diferentes situaciones con los 20 jugadores de campo divididos en tres grupos. Paolo Guerrero y Jefferson Farfán no se separaban un centímetro.
Los tres porteros se ejercitaban en un área y en otra esquina del campo el equipo sub-20 que sirve de ‘sparring’ al combinado absoluto durante la aventura rusa.
A continuación el equipo ocupó la cancha entera para simular situaciones de partido. Los defensas sacaban el balón jugado, que pasaba por el centro del campo antes de llegar a los laterales, que centraban al área. Guerrero se mostró especialmente afinado con el remate.
De los pases largos al juego corto. Luego Gareca organizó un partido 10-10 en dimensiones reducidas. El lateral derecho Aldo Corzo, que el domingo se retiró de la última sesión en Gotemburgo con un tirón en el muslo izquierdo, participó en los ejercicios a campo completo pero no en el partidillo.
Para finalizar la dura toma de contacto, un ejercicio de pase y remate desde el corazón del área.