Viernes, 19 de Abril del 2024
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Lourdes Seminario: la piurana que bailó marinera para Juan Pablo II

Publicado el 16/01/18

Lourdes Seminario coordinadora del programa Pensi_n 65 en Piura

Han transcurrido más de tres décadas desde que Juan Pablo II llegó por primera vez al Perú y también a Piura, donde Lourdes Seminario Sullón, colaboradora del Programa Nacional de Asistencia Solidaria Pensión 65, tuvo el privilegio de conocerlo, al igual que Juan José Hidalgo Cabrera del departamento de Loreto, y Juana Flores Choquecahua, de Ayacucho, ambos usuarios del Programa.

Aunque en ese entonces tenía solo 7 años de edad, Lourdes recuerda que el 03 de febrero de 1985, junto con su hermano Martín, luego de bailar la tradicional marinera “San Miguel de Piura” y sentarse sobre la blanquísima túnica del Sumo Pontífice, él le besó una de sus manos en agradecimiento por el baile.

La misa de Juan Pablo II había sido programada en el extenso terreno de “Campo Polo” del distrito de Castilla, y hasta allí fue llevada Lourdes, tras una caminata de una hora y media, ya que en ese entonces no había movilidad hacia esa zona. Ella estuvo acompañada de cinco parejas de marinera, también seleccionadas del taller de vacaciones escolares que dictaban en la parroquia San Juan Bautista de Catacaos.

“Ese día mi mamá me peinó un moñete y me puso un vestido de color crema con encaje blanco, y dormilonas; mi hermano llevaba sombrero de paja con camisa blanca y pantalón negro, ambos remangados, así como se usa por acá”, relata.

Durante su gira por Piura, recuerda Lourdes, la gente repetía estribillos a su Santidad Juan Pablo II como: “Juan Pablo amigo, Piura está contigo”, a los que él contestaba con un: “Piura amigo, el Papa está contigo”.

“Hasta ahora tengo en mi mente la imagen del Papa besando tierra piurana; aún siento su carisma, transmitía algo especial que nunca más he sentido”, dice Lourdes al recordar que un “mar humano” acompañó la misa ofrecida por el Papa Peregrino.

Como su madre es muy religiosa, dice que los rezos son parte de su vida cotidiana y después que falleció Juan Pablo II, lo invoca y hasta ahora “no me ha fallado”.

Lourdes tiene hoy 39 años. Estudió obstetricia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos; y es parte de la Unidad Territorial de Pensión 65 en Piura. En su día a día, coordina con los promotores que llegan hasta las zonas más alejadas, realiza visitas domiciliarias a los usuarios del Programa, entre otras tareas.

Como parte de su labor, ha sido testigo de casos sociales que la han conmovido mucho y, por ello en sus oraciones no solo pide por la buena salud de su familia, en especial de su hija Kiara de 4 años, sino también por “las abuelitas y abuelitos del Perú”.

Ahora, ante la próxima llegada del Papa Francisco al Perú, Lourdes está entusiasmada con asistir a su presentación en Trujillo, programada para el 19 de enero.

 

Juan José Hidalgo (76 años)

Don Juan vive actualmente en Iquitos, departamento Loreto, pero en 1985 cuando vivía en Lima; recuerda lo que sintió cuando vio a Juan Pablo II en el famoso “Papamóvil”: “Lo vi de cerca, de perfil; lo admiraba por su gran sensibilidad humana. Será por la fe que me mantengo lúcido y con buena energía; recién hace 3 años, por primera vez, tuve que ir a un hospital”, cuenta el usuario de Pensión 65.

 

Juana Flores Choquecahua (77 años)

Tenía 44 años y en ese entonces escuchaba bien y ayudaba a las monjitas del convento Santa Teresa, quienes eran sus vecinas. Juana guarda en su memoria el año 1985, cuando prepararon cantos y carteles alusivos al Papa Juan Pablo II. Vivieron con gran alegría los previos a su recibimiento.

 

Hoy los recuerdos se le enredan y al preguntarle por esa experiencia, cree que le anunciamos que Juan Pablo II regresará a Perú. “Sí, siento que fui bendecida al poder verlo”, dice Juanita, usuaria de Pensión 65, nacida en Vinchos y quien desde muy joven llegó a la ciudad de Ayacucho, pero después partió a Huamanga para cuidar a sus sobrinos que se quedaron huérfanos.

 

DATOS:

  • En 1985, el Sumo Pontífice arribó a Piura, cuando apenas se recuperaba de las consecuencias del Fenómeno del Niño. Por ello, en su mensaje dijo: “…pido a Dios que las aguas que produjeron destrucción y muerte, hayan servido para fecundar vuestros campos y que os de esperanza de abundantes cosechas para continuar vuestras vidas”.

 

  • Juan Pablo II arribó a Iquitos el 8 de febrero, sorprendiendo a los fieles, con un emotivo discurso en el aeropuerto, diciendo: “El Papa se siente charapa”.

 

  • Aunque la visita del Sumo Pontífice a Ayacucho no estuvo programada, la ferviente religiosidad de su pueblo lo convenció para asistir. “Os traigo el amor de nuestro Dios, para que sembrado en vuestra tierra, sea la resurrección de vuestros corazones”, dijo en quechua.


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